Un espacio de mentoría con algunos de los máximos referentes del cine latinoamericano, en materia de dirección y producción, fue lo que vivieron del 25 al 28 de mayo los integrantes de los tres proyectos seleccionados en la convocatoria hecha por Impulso Films, en el marco del III Festival Internacional de Cine por los Derechos Humanos. En esta oportunidad, ImpulsoLab se realizó en las instalaciones de Utadeo y contó con la participación del director de cine y socio de Burning blue, Jorge Forero; la productora, directora y miembro del Comité Ejecutivo del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía de Venezuela, Nikoska Dávila; el director, guionista y poeta Víctor Gaviria, y el productor ejecutivo de Segmàtic Audiovisual, Oriol Marcos.
Durante cuatro días, los directores, productores y guionistas de las tres propuestas financiadas por el Fondo de Desarrollo Cinematográfico, en la categoría de Desarrollo de guión, recibieron asesoría en torno a la unidad de guión, dirección de actores, trabajo con actores naturales, casting, puesta en escena, distribución y exhibición, definición de proyecto y presupuesto: “Yo no era tan consciente que esa modalidad había transformado tanto a los escritores de cine en Colombia, permitiendo la creación de guionistas. En este caso, fueron tres guiones muy bien elaborados, premiados en las convocatorias y que han sido acompañados por asesores muy importantes en el cine latinoamericano”, comentó Víctor Gaviria acerca de su experiencia como coordinador en ImpulsoLab.
Por su parte, Jorge Forero resaltó que en este tipo de escenarios confluyen de manera propositiva los Derechos Humanos y el séptimo arte: “El cine da una posibilidad impresionante de abarcar todo el espectro humano y cómo los derechos no solo se restringe a violaciones, asesinatos, secuestros y demás, sino que todos los aspectos de nuestras vidas están a travesadas en estos derechos. Cada uno de estos guiones propone desde lugares diferentes. Algunos desde una estructura más clásica y otros con unas propuestas más poéticas. Son proyectos solidos que han madurado con el tiempo”, puntualiza el coordinador de ImpulsoLab.
En concordancia con ello, para Gaviria “Enfrentar estos temas en el fondo es llegar directamente al alma del país. En ese sentido, a pesar que el cine comercial se abstrae de estos temas y los deja a un lado, el deber de los cineastas jóvenes colombianos es profundizar en los temas del país”, resaltó el director de “La vendedora de rosas” y “Rodrigo D no Futuro”.
ImpulsoLab: un laboratorio de narrativas cinematográficas sobre los Derechos Humanos
Muertos que viajan por el Rio Magdalena hasta llegar a Puerto Berrio, la historia de un sacerdote que vive la violencia y acompaña a su comunidad a través de un proceso de perdón y la narración de un hombre que se enamora de una ascensorista en un edificio, pero su amor se ve frustrado por los celos y la toma del Palacio de Justicia, son las historias que hicieron parte de este laboratorio de narrativas cinematográficas. Al respecto, César Heredia, director de uno de los proyectos participantes, menciona que: “Todo espacio de formación es importante para cualquier proyecto y para quien está en formación, al tiempo que es un lugar de intercambio con estos expertos en dirección y producción”.
Para Gaviria este tipo de escenarios de formación tienen una gran trascendencia para los asistentes, en la medida que esta va a ser la primera película que rodarán, razón por la cual era necesario un acompañamiento acerca de cómo se está manejando el producto audiovisual, en cuanto a guión y producción se refiere: “Durante años los ciudadanos han visto como se violan y se pasan por encima sus derechos, a tal punto que nos hemos acostumbrado y normalizado su no cumplimiento. Hemos perdido la sensibilidad acerca de las condiciones en las que vivimos como si fuera un destino obligado o una condición social inevitable. Volver a buscar esos relatos es como volver a construir esa sensibilidad por los Derechos Humanos”.
