Decenas de miles de personas se reunieron este domingo bajo un calor sofocante en la isla de Okinawa en Japón en una de las mayores manifestaciones en las últimas dos décadas contra las bases militares de Estados Unidos tras la detención de un estadounidense sospechoso de asesinar a una mujer de la localidad.
La protesta marca un nuevo mínimo en las relaciones entre los Estados Unidos y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y amenaza los planes de mover la base aérea de Futenma a una parte menos poblada de la isla.
Los promotores de la protesta cifraron en 65.000 personas la asistencia a la concentración en un parque en el centro de Naha.
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