Desde hace diez años, en el barrio Palermo, los libros de literatura y ciencias sociales se han tomado poco a poco las instalaciones de una casa de conservación. Este acto de magia, en medio de cafés y reflexiones literarias, fue creado por la comunicadora social tadeísta Ana María Aragón y se ha convertido en una tradicional librería de la capital colombiana.
Como lo destaca la Revista DC, en sus ediciones digital e impresa, en Casa Tomada, como se denomina el proyecto, la lectura pasa de ser una práctica solitaria a un encuentro social, conformado por clubes de gastronomía, cine, ciencia ficción y hasta de viajes.
En diálogo con el medio de comunicación, la tadeísta recuerda que sus primeros amores con la literatura se dieron en la Universidad, pues allí realizaba fotocomposiciones de la agenda cultural. Ahora, su mayor sueño es, que al igual que en Casa Tomada, cada una de las casas de Colombia entre la literatura.