Asfixiando a la oposición
“El mensaje que surge de las marrullerías legales del fiscal, del Gobierno y del Centro Democrático frente ala oposición es contundente: los que opten por las vías legales de hacer política van a salir derrotados sin remedio”, sentencia el profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, en su columna de opinión en El Espectador, a propósito de las recientes pérdidas de curul de Antanas Mockus y Ángela María Robledo, considerados dos de los grandes alfiles de la oposición en el Congreso de la República.
En su escrito, Kalmanovitz resalta que el Gobierno del presidente Duque y el Centro Democrático están asfixiando a la oposición, y les recuerda a esta bancada que, en la era Santos, cuando el uribismo era la oposición, ellos eran unos acuciosos adalides del estatuto que les brindaba voz sin obstáculos en el legislativo: “Está utilizando todos los medios legales e ilegales para reducir la oposición a su mínima expresión: le tumba sus representantes, le recorta sus derechos de expresión, en especial de réplica frente al presidente, y bloquea las votaciones en el Congreso que encuentre inconvenientes para sus designios”, indica.
Adicionalmente, argumenta que la decisión tomada por el Consejo de Estado provino de una sala auxiliar, conformada por cuatro magistrados, y no por la Sala Plena, en la que podían ponderarse todos los argumentos de perdida de investidura de manera juiciosa, especialmente porque la medida afecta la voluntad de cerca de 8,6 millones de colombianos, al tiempo que les arrebata su representación y se rompe el balance político en el Congreso.
Las decisiones tomadas son injustificadas, agrega el columnista, pues en el caso de Mockus, a causa de una falta menor, se le condena y se le destituye sin derecho a apelación, mientras que a Robledo se le quita la curul por una doble militancia que podría no existir, entre tanto el Consejo Nacional Electoral nunca reconoció la personería jurídica del movimiento político Colombia Humana. Sumado a esto, afirma, se están incumplimiento los compromisos de Estado en torno a la justicia transicional, así como los acuerdos a los que se llegó con las Farc, generando que varios integrantes del viejo Estado Mayor se incorporen a las disidencias de ese grupo o al Eln, que se ha visto fortalecido en número de integrantes en el último año.
“La implementación del Estatuto de la Oposición es así negada por tres magistrados de la sala disciplinaria del Consejo de Estado, aliados de la extrema derecha. El resultado es el estrechamiento de los canales legales de tramitación de los intereses de las clases medias y de los movimientos sociales con el Estado, para ser reemplazados por su represión violenta”, agrega.
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