“Bogotá es una ciudad encerrada, que se construye hacia adentro”

“Bogotá es una ciudad encerrada, que se construye hacia adentro”

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“Bogotá es una ciudad encerrada, que se construye hacia adentro”
Viernes, Julio 5, 2019
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Así lo afirmó Óscar Salamanca en su intervención como parte del Open Day de la Maestría en Arquitectura, donde presentó un análisis sobre la obra de Fernando Martínez en la Bogotá de la segunda mitad del siglo XX.
Fotografías: Alejandra Zapata - Oficina de Comunicación

Para muchos, Bogotá no es un sitio en el que se puede hacer turismo de arquitectura. Estamos acostumbrados a transitar por sus calles con la prisa del día y sin levantar la mirada. Las formas del entorno pasan casi desapercibidas a nuestro alrededor, como si se tratara de lo que hay, la estructura más básica que tiene un edificio para ser habitable y no caerse.

Pero la arquitectura de la capital tiene rasgos bastante particulares y la obra de importantes arquitectos está distribuida, casi escondida, entre los barrios de las diferentes localidades.

Por esta razón y con motivo del Open Day de la Maestría en Arquitectura, el director del programa Óscar Salamanca, realizó un recorrido histórico por algunos de los edificios que dejó el arquitecto español Fernando Martínez, quien llegó a Colombia a raíz de la Guerra Civil Española.

Casa Calderón. Fuente: Archdaily.co

Basta una mirada por las calles de Bogotá para notar un rasgo particular de la arquitectura capitalina: los muros. Una gran pared de ladrillo, arbusto o cemento separa lo que sucede en el interior de los hogares, de la vida pública, de la calle.

Esta característica definirá la arquitectura de Martínez, que se caracteriza por cerrar y encerrar el mundo interior. Por lo anterior, Martínez dedica gran parte del espacio interno a los jardines y patios, a la vegetación de los hogares. Un lugar que sirve para “delimitar un espacio de transición a la casa”, comenta Salamanca. Este rasgo se puede observar claramente en casas como la Wilkie o la Calderón.

Los arquitectos le damos sentido al espacio a través de la forma”, recuerda Salamanca, y resalta la labor de los arquitectos para construir una noción de habitar las ciudades, de darle sentido y encanto a urbes como Bogotá.

Casa Wilkie. Fuente: Flickr A. Ordoñez Arquitectura

Martínez también fue la persona encargada de renovar la Plaza de Bolívar en 1960 con motivo del sesquicentenario de la Independencia. En ese momento, la plaza albergaba zonas para el estacionamiento de vehículos y cuatro fuentes de agua.

Para Martínez, la Plaza, que está situada frente al Capitolio y la Casa de Nariño, se convertía en la sala de estar de la Nación. “El salón es para la casa lo que la plaza es a la ciudad”, agrega Salamanca. La Plaza de Bolívar es el espacio público por naturaleza, donde los ciudadanos se encuentran para dialogar sobre el rumbo del país, como se hace en la sala de cualquier familia. Por ello, la plaza se transformó en un espacio para el peatón, con un gran pedestal en la mitad, que funciona a manera de mueble en el centro de la sala de estar. En ese orden de ideas, ¿es la estatua una chimenea?

 

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