En Utadeo honramos a nuestros muertos, recordando el legado de Leonardo da Vinci
El espíritu de da Vinci visitó nuestra universidad en el Día de los difuntos, con la conmemoración del altar de muertos mexicanos que se viene realizando anualmente en la Tienda Tadeísta para honrar a nuestros seres queridos que han fallecido.
Este año, el altar fue creado por la artista SanDíaz en el marco de la celebración de los 500 años del fallecimiento de Leonardo da Vinci: una serie de actividades, entre conversatorios y muestras artísticas, que se han desarrollado a lo largo del año bajo el liderazgo de los profesores Enerdo Martínez y Sandra Díaz*.
En esta oportunidad, el mismísimo da Vinci se hizo espacio entre los vivos y compartió con los asistentes un bocado de pan de muertos, galletas y la música de jóvenes artistas Pau y Jules. Al ritmo de canciones como Mona Lisa de Nat King Cole, los estudiantes y el público general colgaron en el altar las fotografías de sus familiares y amigos que han partido a la eternidad.
"El concepto triste de la muerte lo trajo a nuestro continente la cultura occidental. Recuerden que nuestras culturas ancestrales no le tenían miedo a la muerte y que festejaban la llegada a la eternidad, así los muertos se convertían en protectores de la comunidad y cuidadores de la familia", señaló el profesor Enerdo Martínez en la apertura del evento.
En este festejo en torno a la vida eterna, algunos de los participantes, como Maria Calara Betancur, aprovecharon para recordar a sus parientes, amigos y colegas que han fallecido. "Me gusta mucho hacer este homenaje a las personas tan cercanas que uno tiene que se han muerto. Hoy estoy honrando a mi padre, quien murió en diciembre del año pasado, y a mi madre, quien murió hace 20 años", aseguró Maria Clara.
Luego de este compartir de música y alimentos, los organizadores hicieron un concurso sobre datos curiosos de la vida de da Vinci y leyeron en voz alta las Normas protocolarias a seguir en la mesa escritas por el artista, dentro de las cuales se encuentran instrucciones tan curiosas como "No ha de dejar sus aves sueltas sobre la mesa, ni serpientes, ni escarabajos" o "No se limpie las manos con los conejos vivos".
Se trató, sin duda, de una celebración de la vida eterna, pero también de la eternidad del legado de Leonardo da Vinci. Revive los mejores momentos de la jornada:
*La actividades de conmemoración de los 500 años del fallecimiento del pintor y científico renacentista contaron con el apoyo de la Biblioteca de la universidad, de la Tienda Tadeísta, de la Escuela de Publicidad y de la profesora Adriana Plazas.