Puente Aranda enfrenta el reto de recuperar la seguridad y el espacio público

En la localidad de Puente Aranda, la inseguridad continúa siendo una de las principales preocupaciones de los habitantes, especialmente en los alrededores del Canal Comuneros, un punto crítico donde constantemente se evidencian problemáticas sociales y de convivencia.

Ubicada en el centro-occidente de Bogotá, la localidad de Puente Aranda se ha consolidado como el epicentro industrial de la capital. Según la Alcaldía Mayor, el territorio cuenta con aproximadamente 231.090 habitantes distribuidos en una extensión de 1.731 hectáreas.
 
En los últimos años, la localidad ha enfrentado una creciente crisis de inseguridad. De acuerdo con cifras del Concejo de Bogotá, entre 2020 y 2024 el hurto de vehículos aumentó en un 42%, mientras que el robo de motocicletas subió un 76%. Actualmente, Puente Aranda representa el 13% de todos los robos de automóviles registrados en la ciudad.
 
A esta problemática se suma la invasión del espacio público en el Canal Comuneros, que conecta las localidades de Puente Aranda, Santa Fe, Mártires y Kennedy. Este canal, además de cumplir un papel clave en la movilidad y el drenaje de la ciudad, se ha convertido en uno de los principales focos de inseguridad del sector. A lo largo de su trayecto, habitantes de calle se instalan en cambuches, lo que ha transformado el entorno en un espacio marcado por la acumulación de basuras y el consumo de sustancias psicoactivas.
 
Ivana Lizarazo, una joven de 19 años, estudiante de Comunicación Social y Periodismo, ha vivido toda su vida en la localidad de Puente Aranda. Afirma sentir un lazo estrecho con su territorio, aunque reconoce que la inseguridad se ha convertido en parte del día a día.
 
Actualmente vive frente a la carrera 50 con calle tercera, una zona donde es común ver el consumo de sustancias psicoactivas en los parques y la constante presencia de habitantes de calle en el canal Comuneros.
 
Ivana ha sido víctima de varios hechos delictivos. Recuerda que cuando tenía cuatro años, dos ladrones apuntaron con un revólver a su madre mientras hablaba con un hombre en la puerta de su casa. Ivana se acercó y uno de los delincuentes también la apuntó. Su madre, asustada, dijo: “no le dispare, es una niña”. El agresor contestó: “esa niña baja y yo la mato, yo acá la estallo”. Finalmente, los ladrones se llevaron el vehículo del hombre y huyeron hacia el canal.
 
El hecho más reciente ocurrió en enero de este año, cuando un hombre armado que se movilizaba en motocicleta le apuntó al rostro y le robó el celular a plena luz del día mientras esperaba el bus para asistir a clases. Aunque algunas personas intentaron detener al ladrón, este logró escapar.
 
Respecto al canal Comuneros, Ivana comenta que es un lugar donde conviven y transitan habitantes de calle. Relata que un día, alrededor de las cuatro de la tarde, mientras pasaba cerca del canal, uno de ellos comenzó a amenazarla de muerte con señas. Afirma que es riesgoso pasar cerca del lugar porque los habitantes roban a los transeúntes y se pierden de nuevo en el canal. De modo que no es seguro cruzar por allí.
 
 
El Canal Comuneros está ubicado en la calle sexta de la localidad. Es uno de los puntos más afectados por la invasión del espacio público. Foto de Danna Molina.
 
Desde niña ha estado expuesta a la inseguridad de la localidad. A pesar de que la Policía ha incrementado la presencia de patrullas nocturnas en algunos sectores, asegura que los operativos no son constantes y que no se percibe un cambio significativo en la seguridad.
 
Por otro lado, desde hace más de 35 años, Luisa Rodríguez ha sido testigo de cómo la seguridad en Puente Aranda ha cambiado con el paso del tiempo. Aunque reconoce que en los últimos meses los robos han disminuido, asegura que la tranquilidad no ha regresado del todo. Según relata, la mejora se dio tras el desmantelamiento de una organización delictiva conformada por varios policías, quienes estarían involucrados en hurtos de camionetas en distintos sectores de la localidad.
 
Aun así, la inseguridad continúa presente. Hace año y medio, un domiciliario fue asesinado cerca de su vivienda por robarle la motocicleta y, hace pocos meses, unos ladrones intentaron robar la camioneta de su vecino. “Él fue hábil, retrocedió y provocó un estruendo en la casa de al frente. Todos salieron a mirar y los ladrones salieron a correr”, comenta Luisa.
 
En cuanto al canal Comuneros, Luisa relata que es común ver habitantes de calle consumiendo sustancias psicoactivas en el sector y que “cuando pasan algunas personas, ellos salen a atracarlos”. Aunque la Alcaldía realizó una intervención para desalojar los cambuches, sostiene que la medida fue temporal y que el problema persiste.
 
La habitante afirma que la comunidad ha tenido que organizarse por su cuenta ante la escasa presencia policial. En su barrio instalaron una alarma comunitaria y cámaras de seguridad que alertan cuando ocurre un hecho sospechoso. “Cuando suena la alarma es que las autoridades hacen presencia; de lo contrario, no”, dice.
 
Respecto a las autoridades locales, considera que las acciones son insuficientes y que no existe un trabajo sostenido en los barrios. Sin embargo, reconoce que el trabajo debe ser conjunto entre la Policía, la Alcaldía Local y la comunidad. “Debemos apoyarnos y ayudarnos; es luchar todos por una misma causa, un mismo objetivo”, afirma.
 
Por su parte, la administración local asegura que se han adelantado acciones para recuperar el espacio público y fortalecer la seguridad en el canal Comuneros. El alcalde local de Puente Aranda, Víctor Alfonso Cruz, explica que, tras la intervención en el Bronx en 2016, la localidad fue una de las receptoras de esa población.
 
Por este motivo, año tras año se realizan intervenciones articuladas entre diferentes entidades del Distrito: Alcaldía Mayor, Secretaría de Gobierno, Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia, Secretaría de Integración Social, Acueducto, Policía Nacional y Ejército, entre otras. En la administración del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y bajo el Plan de Desarrollo Bogotá Camina Segura, “se hizo un enfoque en el canal que se ha venido materializando”, dice Cruz.
 
El Distrito cuenta con una oferta institucional a través de la Secretaría de Integración Social y el IDIPRON. Sin embargo, debido a decisiones de la Corte Constitucional, las autoridades no pueden obligar a las personas a aceptar esa oferta, ya que “la habitabilidad en calle es una condición o un estilo de vida”, explica. 
 
En este sentido, las intervenciones se enfocan en el abordaje social, la recuperación ambiental y la seguridad del entorno. Fabián Chacón, profesional de la Oficina de Espacio Público de la Alcaldía Local, ha sido parte de los operativos interlocales para la recuperación del canal Comuneros. “El ambiente era bastante hostil, había mucha oscuridad y los habitantes de calle no nos esperaban en el sector. Fue un poco tosco el tema del ingreso”, expresa Chacón.
 
“Es una realidad bastante fuerte. La estamos viviendo día a día por el tema del consumo de sustancias psicoactivas —comenta—. Como padre de familia, uno no quiere que sus hijos pasen por este tema”.
 
Al inicio de las intervenciones, las autoridades les explican a los habitantes de calle qué están haciendo y qué buscan lograr. Su objetivo es evitar que permanezcan en la zona e ingresen al sistema de atención de Integración Social, donde se les brinda acompañamiento, alimentación, espacios de aseo y la posibilidad de ingresar a programas de rehabilitación. “La meta es que abandonen las calles”, asegura.
 
Giovanni Ruiz, técnico de espacio público de la localidad, explica que desde la Alcaldía Local se ha tratado de mitigar esta problemática con operativos periódicos. A pesar de la constancia, la población vuelve a ocupar el canal en cuestión de horas o días. Los operativos se realizan a distintas horas del día, incluyendo madrugadas y noches, para evitar la reocupación.
 
Según un consolidado estadístico de la Alcaldía Local de Puente Aranda, el espacio público recuperado en 2025 ha sido:
  • Enero: 12.878 m², 184 m³ de desechos mixtos y 90 estructuras artesanales.
  • Marzo: 310 m², 28 m³ y 9 estructuras.
  • Abril: 4.764 m², 44 m³ y 17 estructuras.
  • Mayo: 5.640 m², 77 m³ y 78 estructuras.
  • Junio: 5.861 m², 174 m³ y 86 estructuras.
  • Julio: 3.250 m², 134 m³ y 64 estructuras.
  • Agosto: 3.250 m², 134 m³ y 64 estructuras.
  • Septiembre: 6.511 m², 109 m³ y 75 estructuras.
  • A corte del 9 de octubre: 2.110 m², 36 m³ y 20 estructuras.

Desde el Área de Seguridad y Convivencia, Ana Castro explica que, cuando las personas en situación de calle no aceptan las ayudas ofrecidas, la Alcaldía interviene para recuperar el espacio público, desalojando las estructuras. En coordinación con la UAESP y la empresa LIME se adelantan labores de limpieza, pues es un sector donde se depositan residuos mixtos de forma constante.

Respecto a la seguridad, Castro señala que se ejecutan estrategias articuladas con la Policía y el Ejército. Se realizan patrullajes mixtos dos o tres veces al mes, recorridos de seguridad y operativos de requisa en puntos críticos, especialmente parques y zonas con baja iluminación.

El edil Cirano Cardona advierte que la inseguridad que vive Puente Aranda es un reflejo de una problemática estructural que atraviesa toda la ciudad. Desde la Junta Administradora Local se desarrollan proyectos para fortalecer los frentes de seguridad, instalar cámaras y sirenas, y promover la vigilancia comunitaria.

Cirano Augusto Cardona Toro es edil de la localidad y representa la Junta Administradora Local. Foto de Danna Molina.

 También destaca el trabajo de los gestores de convivencia, un grupo de 15 personas que recorren la localidad para mediar en conflictos, acompañar eventos masivos y promover la seguridad y la cultura ciudadana. “Ellos hacen una labor de persuadir a la gente en los momentos en que no cumplen con algunas normas que son visibles y que se pueden cumplir”, explica Cardona. 

El edil considera que la vigilancia tecnológica, como el uso de drones y cámaras en puntos críticos, podría convertirse en una herramienta clave para reaccionar de inmediato frente al delito, aunque lamenta que estas propuestas aún no hayan sido acogidas por la administración local.
 
En cuanto al Canal Comuneros, advierte que la falta de centros especializados para tratar las adicciones impide una atención efectiva a los habitantes de calle. Subraya la necesidad de fortalecer la justicia y las condiciones de los policías, pues se enfrentan a un sistema débil y repetitivo. “Muchos de los delincuentes capturados son liberados en cuestión de horas, lo que genera frustración tanto en la ciudadanía como en los uniformados”, señala.
 
Para Cardona, la seguridad no se logra solo con presencia policial, sino con un sistema judicial que respalde esas acciones y garantice consecuencias reales.
 
 
Intervención de las autoridades en el Canal Comuneros. Foto de la Alcaldía Local de Puente Aranda.
 
A pesar de los esfuerzos institucionales y las constantes intervenciones en el canal, la inseguridad sigue siendo una preocupación latente para los habitantes de Puente Aranda. La recuperación del espacio público ha representado avances, pero la percepción ciudadana demuestra que aún falta consolidar una estrategia sostenida y efectiva en el tiempo.
 
El edil insiste en que la seguridad debe entenderse como una tarea compartida entre autoridades y comunidad. Su mensaje a la ciudadanía es de participación y unidad: mantener los mecanismos de alerta, fortalecer la iluminación de los barrios y fomentar la cooperación vecinal. “La cuestión es de sana convivencia, de conocernos e integrarnos”, afirma.
 
Desde el Área de Seguridad y Convivencia, Ana Castro reitera que uno de los mayores retos es lograr que las personas en situación de calle acepten los programas de ayuda, pues en muchos casos han creado redes de apoyo informales y se sienten protegidos en el lugar. “Algunos vecinos incluso defienden su permanencia, argumentando que ellos ayudan a cuidar la cuadra”, comenta.
 
Tanto autoridades como habitantes coinciden en que la mejora de la seguridad y la recuperación del espacio público en Puente Aranda no se logrará con operativos aislados, sino con un trabajo constante de conciencia ciudadana, firmeza institucional, educación y solidaridad.
 

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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