El Departamento de Ciencias Básicas fue creado en enero de 2001, en el marco del Plan de Desarrollo aprobado en diciembre de 1999.
El propósito central de Departamento consiste en la organización, coordinación y proyección de todas las actividades académicas tendientes a fortalecer la fundamentación básica en aquellas áreas relacionadas con las matrices disciplinarias asociadas con la física, la química y las matemáticas.
Para efectos de la organización interna, el Departamento ha distribuido las asignaturas a su cargo en cinco áreas:
Matemáticas
Estadística
Geometría Descriptiva
Física
Química
Dada la orientación de los programas y las exigencias aportadas en la fundamentación básica de las diferentes áreas de la UJTL, es posible resumir las ciencias básicas en las siguientes disciplinas: matemáticas, física, química, biología y geometría.
Conviene resaltar tanto la importancia de tales disciplinas en la Universidad como el perfil de la enseñanza de las mismas. En primer lugar, tales disciplinas aportan modelos de explicación que pueden ser replicados tanto en sus contenidos como en sus metodologías en otras áreas de estudio o investigación.
Son pocas las disciplinas que cuentan con la tradición milenaria de las llamadas ciencias básicas. Esa tradición les ha permitido madurar las estrategias cognitivas que les da el derecho de constituirse en modelos de investigación. Aquellas disciplinas han logrado incorporar exitosamente los modelos matemáticos a la hora de describir los fenómenos que motivan su interés; en ello se sintetiza, quizá, su mayor atractivo.
Estos modelos permiten dirimir las diferencias, afinar las predicciones, valorar con mayor amplitud y claridad las dificultades inherentes a las teorías en cuestión, proyectar aplicaciones en campos diferentes a los que dieron origen a las teorías. La matematización de tales de disciplinas constituye de hecho un modelo digno de ser imitado en otras disciplinas que pretenden afinar sus poderes predictivos.
De otra parte, y en gracia también de la tradición milenaria de las ciencias básicas, son también estas disciplinas, aunque en una medida desigual, las que han servido de referencia para establecer los horizontes de las discusiones epistemológicas.
En ese orden de ideas, las ciencias básicas aportan también modelos de validación de teorías divergentes. La pugna entre diferentes concepciones de un problema ha de ser una característica propia de toda investigación científica; así las cosas, contar con criterios de validación amplios, claros y compartidos constituye una condición crucial a la hora de incentivar un campo de investigación.
La construcción de tales criterios no es tarea fácil y de hecho constituye un punto adicional de debate y divergencias. En el caso de las ciencias básicas esos debates han comprometido una cantidad no despreciable de siglos y mentes ilustres, y aunque el debate aún no haya finalizado, son tales disciplinas las que reúnen la mayor experiencia al respecto.
Las disciplinas diferentes a las ciencias básicas pueden resultar beneficiadas si se alimentan de las discusiones milenarias a propósito de la metodología de la investigación científica adelantada en el interior de las ciencias básicas.
En el terreno de las ventajas que se derivan hacia la formación sólida de los futuros profesionales es posible plantear los siguientes puntos. En primer lugar, y en conexión con los puntos mencionados en el párrafo anterior, se puede mencionar la ventaja que resulta de permitirle al estudiante entrar en contacto con saberes milenarios que se han ido constituyendo en patrimonio cultural de la humanidad, aquello amplia los horizontes y permite que las nuevas generaciones apropien aquellos modelos que la cultura ha llegado a erigir a la manera de paradigmas.
De otra parte, el contacto con las ciencias básicas permite también afinar las estrategias de razonamiento, depurando y sofisticando las estrategias propias de la metodología científica. El contacto con las ciencias básicas despierta y alimenta el deseo de objetividad, el ansia de generalidad, el rigor y la paciencia. Tales disciplinas afinan también tanto las estrategias inductivas como los procesos argumentativos apoyados en la deducción.
A través de las ciencias básicas también es posible motivar a los estudiantes hacia las preguntas más complejas que envuelven muchas veces las cuestiones más arduas relativas a los fundamentos de las disciplinas teóricas. Por último, y no por eso menos importante, las ciencias básicas aportan los conocimientos preliminares que han de constituirse en el saber fundante para otras disciplinas.
Se trata aquí de resaltar aquellos conocimientos que contribuirán a la formación específica del profesional en cuestión: los elementos de física, química y matemáticas que apoyaran tanto al biólogo marino como al ingeniero, las matemáticas que han de servir de soporte para el economista o el administrador, la geometría para el diseñador.