Cada dos años, el Festival Iberoamericano convierte a Bogotá en el epicentro del teatro mundial. Pero, según su directora, Ana Marta de Pizarro, el espíritu del festival siempre ha sido trascender las presentaciones y convertirse en un carnaval de ciudad, una declaración respaldada por datos como la asistencia a la edición del 2012, que reunió a 2’800.000 personas.
“El gran acierto de Fanny Mikey y Ramiro Osorio (creadores del evento en 1988) es que no solo les interesaba traer lo mejor de las artes escénicas, sino que también querían interactuar con la ciudad; es por eso que la gente siente que este es su propio festival”, dice De Pizarro sobre el certamen, que acaba de ser nombrado patrimonio cultural por el Senado de la República.
Hoy 4 de abril llega a su fin la espera de dos años para disfrutar de la fiesta cultural más importante del país. El espectáculo musical Gonzagão, la leyenda dará la largada a la edición 14 del festival, que tendrá como invitado a Brasil.