Vladimir Sánchez, profesor de la Escuela de Publicidad, se siente doblemente tadeísta. El pasado 3 de agosto su hija, Laura Camila Sánchez, obtuvo su titulo profesional junto con un grupo de 403 graduandos. El profesor Sánchez, quien lleva 22 años en la Institución, un año más que la edad de su hija, recuerda que Laura desde niña se paseaba por los edificios de la Universidad, en un claro ejemplo de sentido de pertenencia hacia Utadeo, que ahora expresa con mayor fervor: “La Universidad me marcó mucho. Es la mejor elección que pude hacer. El espíritu tadeísta siempre va a quedar en mi corazón y espero poder proyectarlo a otras personas”, dice Laura, en medio de la emoción y las lagrimas.
403 tadeístas recibieron el título de tecnólogos y profesionales en los diferentes programas que oferta Utadeo.
Y es que no es para menos. La más reciente ceremonia de grados que se llevó a cabo en el Auditorio Fabio Lozano pasará a la historia por ser una de las más emotivas. En esta oportunidad, los graduandos del programa de Comunicación Social – Periodismo, en cabeza de los estudiantes María Alejandra Gómez y Christian Mora, rindieron un tributo a su compañero Juan José Padilla, quien debía graduarse en esta cohorte pero infortunadamente dejó este mundo hace tres años. La Universidad entregó una mención especial al hermano del tadeísta fallecido, Christian Padilla Peñuela:
“Hace cinco años nuestro compañero ingresó a Utadeo. Como todos nosotros, tenía sus propias expectativas, sueños y metas por cumplir. Esas ilusiones en ocasiones se ven truncadas, generando cierta incertidumbre en la carrera que hace preguntarnos si vamos por el camino correcto o si todo el esfuerzo vale la pena. Pero en otras ocasiones la realidad es mucho más devastadora y arrebata inesperadamente la chispa de vida. ¿Qué futuro brillante le esperaba a nuestro amigo? Sin duda era un destino prometedor”, destacó en un sentido discurso María Alejandra.
Christian Padilla recibió la mención póstuma que le entregó la Universidad a su hermano Juan José Padilla.
Los nuevos agentes de cambio
Como parte de los tradicionales discursos de grado, la vicerrectora Académica de Utadeo, Margarita Peña, recordó a los graduandos que el posicionamiento como Universidad y profesionales depende de la calidad del trabajo que cada uno de ellos realice, así como de la impronta que dejen en la sociedad: “se han preparado para responder a las exigencias del Siglo XXI, y cada uno desde sus profesiones y campos de trabajo hará honor al espíritu tadeísta caracterizado por la responsabilidad social, el respeto a los derechos humanos, la conservación de los recursos naturales y la participación activa y creativa en la construcción de una sociedad libre y solidaria”.
La directiva, del mismo modo invitó a los nuevos egresados a fortalecer los vínculos con la Universidad a través de Unitadeístas, así como a acceder a los servicios y agenda académica y cultural que ofrece Utadeo: “A partir de ahora, con sus labores y proyectos, podrán influir como ciudadanos y profesionales en la transformación de la realidad de sus comunidades, su entorno y su país”.
En segunda instancia, el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Carlos Brando, recordó que el proceso de aprendizaje implica entrar a los desconocido y lo que no se sabe o entiende, pues aprender significa hacer callar la incertidumbre: “Ustedes se especializaron en pensar rigurosamente, generando preguntas y ofreciendo respuestas para entender mejor las causas de las cosas. Ustedes han sembrado en su propio conocimiento”.
Margarita Peña, vicerrectora Académica de Utadeo.
De igual forma puntualizó en que, como lo indica la raíz latina de la palabra grado que significa dar un paso, la ceremonia es el comienzo del ejercicio de la profesión luego de finalizar un ciclo académico. Finalmente, Brando, citando a Sócrates, mencionó que la buena vida no consiste en las conclusiones a las que se llega sino a la búsqueda de la armonía y la justicia.
Por su parte, la estudiante Sara Ruth Camacho, del programa de Mercadeo, invitó a sus pares a comprometerse en el camino profesional que emprenden, y aunque es imposible no fallar, entender que la respuesta a los problemas se encuentra en el día a día es la clave: “esta casa de estudios por muchos meses se convirtió en nuestro segundo hogar, pues acumulamos experiencias, amistades y mayores conocimientos que nos enfrentan al ejercicio de una vida profesional ética. La conciencia nos dirá esto es lo que puedes hacer, la intuición esto es lo que podrías llegar a hacer y el error nos enseñará a desechar lo que no nos sirve y continuar por el camino del éxito”.
Carlos Brando, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de Utadeo.
Ser tadeísta es una decisión de vida
Para Vladimir y Laura el espíritu tadeísta se vive en cada momento de la cotidianidad y se respira en cada espacio de su casa: “La sensación de que Utadeo es nuestra casa va más allá del empleo en el que yo estoy y la Universidad donde estudió mi hija, sino que también está vinculada con todo lo que hacemos como familia. En el hecho cotidiano, ella tiene que venir a la Universidad y permanecer en los salones de clase, entonces encontrarnos en este espacio hace que la Universidad esté presente siempre en todos nuestros actos”, destaca el docente de la Escuela de Publicidad, quien recuerda las trasnochadas, llantos y sufrimientos que vivió al lado de su hija en el transcurso de la carrera.
