No esperaba el recibimiento que me dieron como ‘pilo’ en Utadeo  

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No esperaba el recibimiento que me dieron como ‘pilo’ en Utadeo  
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Martes, Julio 10, 2018
Tipo de convocatoria: 
Externa
Estiven Vargas, de 20 años y estudiante de Ingeniería de Sistemas, es uno de los beneficiarios de Ser Pilo Paga en Utadeo. Destaca su paso por la Universidad como una “gran experiencia” e invita a otros pilos a conocerla.

Si hay una palabra que describe bien la situación por la que estaba pasando hace dos años Estiven Vargas, mientras cursaba su cuarto semestre de Ingeniería de Sistemas en Utadeo, es crisis.

Su rendimiento académico decayó y empezó a perder materias. “Llegué a pensar en retirarme –cuenta este joven de 20 años, beneficiario del programa Ser Pilo Paga-, pero sabía que si lo hacía, iba a tener que devolver todo el dinero que había recibido hasta ese momento para los semestres, y no tenía cómo. Vivía un estrés fuerte”.

Entonces decidió echar mano de las ayudas que la Universidad tiene dispuestas para todos los estudiantes, incluidos los ‘pilos’. “Fui a Bienestar y ahí me escucharon. Lo primero que hicieron fue pedirme que tomara las cosas con calma y ofrecerme los apoyos necesarios para que no siguiera atrasándome”, dice.

Y salió adelante. Hoy siente que la experiencia en la Universidad ha sido tan grata, que el tiempo en Utadeo ha pasado muy rápido: “He conocido personas buenas, con proyectos de vida muy interesantes y ganas de salir de adelante. El trato en esta universidad con los estudiantes, y sobre todo con los pilos, es muy bueno”, señala.

Este último factor, de hecho, pesó a la hora de seleccionar la universidad privada en la que cursaría sus estudios, becado por Ser Pilo Paga.

Así llegó a Utadeo

Se graduó como bachiller en el Colegio José Antonio Galán, de Bosa (Bogotá), donde siempre mostró inclinación por las matemáticas, la lógica y las ingenierías, en particular la civil y la de sistemas: “Pero en general –recuerda Estiven- no sabía qué estudiaría cuando me graduara ni de dónde sacaría la plata para pagar la carrera; la principal opción que veía hacia adelante era la Universidad Distrital. También contemplé buscar trabajo de día y pagarme estudios, no tan costosos, por las noches”.

Ya había presentado las pruebas Saber de grado once cuando se enteró de la creación de Ser Pilo Paga. “Poco después salieron los resultados; cuando empecé a buscar los míos por Internet, que eran altos, me salió un banner en pantalla anunciando que tenía la opción de ser beneficiario de una beca. Después de investigar un poco, me postulé y pasé”, dice.

En este punto había decidido que quería ser ingeniero de sistemas, y lo que seguía era elegir una universidad privada con acreditación de alta calidad que la ofreciera.

La Tadeo siempre estuvo entre sus opcionadas, por la solidez que mostraban el programa y sus profesores. “Pero en realidad tomé la decisión de estudiar aquí el día que vine a conocerla; la verdad, no esperaba el recibimiento que me dieron; la gente fue muy amable y humana con nosotros y nos mostró que en realidad somos importantes para la Universidad, sin importar nada más”.

Lo que siguió fue emprender un recorrido que lo ha llenado de satisfacciones y le ha permitido crecer académica y personalmente, desde los primeros días de su vida universitaria: “No sólo me encontré con aulas bien dotadas para trabajar y muy buenos profesores, sino también con servicios para nosotros, oferta cultural y oportunidades de hacer deporte. Y eso fue muy importante: aquí llegamos sin conocer a nadie, sin amigos y sin entender mucho cómo es la vida en una universidad privada, y todo eso permitió que nos integráramos mucho mejor”, recuerda.

De hecho, Estiven recomienda a los aspirantes beneficiarios de Ser Pilo Paga, que antes de decidir dónde estudiarán su carrera, “vengan a la Tadeo, conozcan sus instalaciones y a su gente, y hablen con los profesores. Vale la pena”.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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