“No sabía que me gustaba la música, pero me enamoré completamente de ella”: Sebastián Flórez
Cuando habla sobre la música, el semblante de Sebastián Flórez se transforma; la música es su amor, su camino y su futuro. Aunque hasta hace muy poco descubrió lo que se sentía, el cantante del ensamble de Jazz del Centro de Arte y Cultura dice que se “enamoró completamente” y sí, en sus ojos se nota: ya no hay nada que pueda hacer para cambiar esta realidad.
“En mi familia nadie nunca me había inculcado la música, fue hasta que entré a la Universidad que empecé a descubrir nuevos horizontes, a encontrar nuevas personas que te empiezan a guiar por diferentes caminos. Me enamoré instantáneamente apenas empecé a descubrir que me gustaba la música, y dije, bueno, vamos a ver qué sale”, cuenta Sebastián.
Este tadeísta inició su recorrido por la música desde el segundo semestre del 2018, cuando ingresó al ensamble de Jazz. Asegura que se “lanzó de cabeza” y, actualmente, también pertenece al coro institucional. Sebastián está a punto de terminar su carrera en Diseño Gráfico, pero tiene claro que gracias a los espacios del Centro de Arte y Cultura conoció su verdadera vocación.
Ensamble de Jazz de Utadeo
“El Centro de Arte y Cultura me ha ayudado a construirme poco a poco en lo que quiero ser a futuro. He conocido muchas personas ahí que me han ayudado a seguirme enamorando”, asegura. En este proceso con la música también reconoce la importancia del apoyo que le ha dado su familia, en especial su madre, quien nunca ha dejado de creer en él.
“Mi mamá siempre estuvo diciéndome: ‘dale, tú puedes, tú eres’ y fue gracias a ella, y a una amiga muy especial, que pude salir un poquito más de la zona de confort y hacer lo que quería. Entonces ese apoyo es lo más importante, sin ellas no estaría acá”, explica.
Sebastián ve en la música una forma de expresarse, un canal de comunicación que le permite contar lo que usualmente se reserva. “Cuando canto es como si me transportara a otro mundo, es algo especial; cuando me subo a un escenario pienso: ‘estamos aquí para entregarle un show a unas personas, vamos a hacerlo divertido, porque la música es divertida, debe transmitir, debe hacer bailar, debe ser increíble’. Entonces siento que me llena el alma”, afirma.
Este tadeísta quiere hacer su vida en la música, componer canciones para que las demás personas las escuchen y las disfruten, “hacer bailar a la gente, pero que sea música muy diferente a lo que escuchan normalmente. Aún no estoy seguro de qué es, pero la voy a seguir buscando”, puntualiza.
