“Nuestra misión en el mundo es recuperar lo humano que nos queda” – Olga Rebolledo

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“Nuestra misión en el mundo es recuperar lo humano que nos queda” – Olga Rebolledo
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Jueves, Septiembre 20, 2018
Utadeo fue testigo del conversatorio “La situación humanitaria en Myanmar”, liderado por la psicóloga Olga Rebolledo, quien habló del genocidio en contra de Los Rohingya.
Fotografías: Alejandra Zapata - Oficina de Comunicación

Finales de agosto del 2017, la minoría étnica de los Rohingya ha venido sufriendo masacres, torturas, violaciones y agresiones por parte de la cúpula militar de Myanmar. Tanto ha sido el asedio, que este grupo ha optado por migrar de “su tierra” hacia Bangladesh, más específicamente a la ciudad de Cox´s Bazar.

Esta situación política y social, ha hecho que varias entidades internacionales como la ONU, la OIM, Unicef, la Corte Penal Internacional; intervengan en el caso de los Rohingya. Olga Rebolledo, es psicóloga de la Universidad Javeriana, con Magíster en Psicología Social y del Desarrollo de la Universidad de Cambridge, Inglaterra. Rebolledo trabaja con la OIM, como gerente de salud mental y psicosocial, prestando atención a los casos de los migrantes de Myanmar.

Bajo el argumento de hacer una limpieza étnica, los militares de Myanmar han cometido actos de lesa humanidad, siendo calificado como otro caso de genocidio en el mundo. Las violaciones de los derechos humanos saltan a la vista, razón por la cual la ONU pretende ingresar al país e investigar a la cúpula militar birmana.

La respuesta de Myanmar es un no rotundo a la comisión investigativa, bajo la premisa de que la ONU y la Corte Penal Internacional no tienen jurisdicción sobre el país. Pero dicha investigación inició, gracias a que los refugiados en Bangladesh denunciaron las acciones del vecino gobierno.

Paradójica, esa es la palabra que define la historia de Los Rohingya. Como afirma Olga Rebolledo, “Todo es muy paradójico en este caso, en tanto que por un lado son budistas, una religión que profesa valores de paz y tranquilidad; y, por otro lado, su líder es ganadora de un premio nobel de paz, fue una persona perseguida, encarcelada y torturada. Fue víctima”.

La situación de los migrantes es delicada por muchos aspectos. En primer lugar, Bangladesh, es uno de los países más pobres de Asia por lo que la llegada de los Rohingya, trae consecuencias económicas, políticas, de impacto ambiental y social graves.

Por otro lado, está el hacinamiento en los campamentos. A Cox´s Bazar llegaron 700 mil personas en menos de 3 meses y hoy son más de un millón de refugiados que están ubicados en un terreno de 3,4 km².

Esto da pie a que la población sea vulnerable a epidemias como la difteria. Así lo afirma Olga Rebolledo, “son enfermedades que ya no existen y que están matando también a la población por las condiciones de higiene y de salud”. A pesar que, gracias a intervenciones externas, la epidemia pudo ser detenida y controlada, esta costó la vida de 110.000 niños Rohingya.

La población que Olga Rebollano considera más vulnerable es la de los jóvenes. Después de un análisis a este grupo, encontró que las personas entre 17 – 25 años presentan altos niveles de ideas de suicidio.

El apoyo humanitario que brinda la OIM “Organización Internacional para las Migraciones”, no solo se limita a la construcción de albergues, ayuda sanitaria, brindar alimentos y ofrecer protección. La salud mental es fundamental para los Rohingya, pues, al ser personas que no son reconocidas como ciudadanos, su construcción de identidad se ve comprometida.

Rebollano y su equipo de trabajo crean grupos de movilización con la comunidad para reestablecer sus vidas; en este ámbito se generan actividades deportivas y lúdicas para fortalecer las habilidades y sanar heridas a lo largo del tiempo.

El grupo de Olga se vale de recursos que tiene la misma comunidad, como la oración y las decisiones tomadas en grupo, que son vitales para ellos, con el objetivo de superar barreras en el tiempo y exteriorizar los sentimientos que tienen frente a la situación que están viviendo.

Para finalizar Rebolledo agrega, “Nosotros como seres humanos tenemos una obligación enorme de conectarnos con eso, con lo humano que nos queda; porque definitivamente nos estamos desconectando de la humanidad”. La invitación de Olga es preocuparse por el otro, sentir dolor por lo ajeno, ser sensible ante el sufrimiento del humano que está al otro lado del mundo.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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