La tortuga Carey (Eretmochelys imbricata) es una de las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo, pero infortunadamente se encuentra en peligro crítico de extinción, debido al consumo y explotación indiscriminada por parte de pescadores y artesanos. Según cifras de la WWF, tan solo quinientas hembras reproductoras habitan la costa Pacífica desde México hasta Perú. El pasado jueves 12 de julio, a las 10:00 p.m., un verdadero milagro de la naturaleza se vivió en las playas entre Ciénaga y Santa Marta, en el Hotel Decameron Galeón, cuando turistas encontraron a una tortuga Carey, entre 30 a 40 años de edad, anidando en el sector un total de 180 huevos.
De inmediato, hizo presencia en el lugar el Programa de Conservación de Tortugas y Mamíferos Marinos (ProcTMM), liderado por la tadeísta Aminta Jáuregui, quienes, con la ayuda de la Corporación Regional del Magdalena y la Policía Ambiental, iniciaron las labores de cuidado de estos huevos, trasladándolos a las incubadoras portátiles del Programa que se encuentran en el Acuario Mundo Marino, donde se espera eclosionen (nazcan), en un lapso de 45 días, en los cuales estarán sometidos a estricta vigilancia y monitoreo.
Medición de los huevos encontrados
Según la experta, en un ambiente natural, el éxito de eclosión es del 40%, debido a que las tortugas madre no cuentan con cuidado parental. Esto significa que la hembra, en ciclos de dos a tres años, hace sus puestas de huevos, saliendo de tres a ocho veces a la zona de anidación, escoge el mejor lugar para depositarlos y luego se marcha, dado que tan solo puede estar entre una a tres horas en tierra. Sin embargo, resalta tadeísta, en las incubadoras el éxito de nacimiento podría duplicarse, incluso hasta en un 80% de eclosiones.
Este avistamiento de la tortuga Carey es el primero en reportarse, de esta especie, desde hace treinta años, según lo relata Jáuregui. Un hito similar ya había ocurrido en 2016, cuando una tortuga Laud fue vista en el Hotel Irotama, mientras que en el 2017, una Caguama fue reportada anidando en el sector de Pozos Colorados, crías que actualmente se encuentran en la guardería del Programa, próximas a ser liberadas: “Si hace 30 años hubo presencia de crías en el sector, es probable que ya las hembras estén maduras y pueden volver a completar su ciclo de anidación”, sugiere la directora de ProcTMM como una de las principales hipótesis al respecto.
Aunque no se sabe el origen de esta tortuga Carey, dado que no se contó con la oportunidad de tomar muestras de ADN, se cree que proviene de Centroamérica. Así mismo, resalta la investigadora, esta anidación registró huevos inviables, situación que hasta el momento solo había sido reportada para otras especies de tortugas en el Caribe colombiano.
Con los huevos rescatados, Jáuregui espera llevar a cabo una fase de levante que duraría entre 8 a 12 meses, con el fin que cada uno de estos ejemplares de tortuga tengan la talla adecuada para superar depredadores en su medio natural, tras su liberación en la misma zona donde se encontró el nido, al tiempo que se sensibiliza a la comunidad sobre la conservación de estos reptiles. Sin embargo, señala, para ello el programa requiere financiación.
Finalmente, la bióloga tadeísta invitó a la ciudadanía a estar pendientes de estos sucesos en las playas, pues estos meses son de temporada de anidación para las tortugas, e infortunadamente, muchas de ellas quedan atrapadas en las artes de pescadores, especialmente en la zona donde se avistó el ejemplar.
Así fue la jornada de rescate de huevos de tortuga Carey
