Que sean cuarenta y muchos años más para el programa de Ingeniería de Alimentos

Destacadas
Que sean cuarenta y muchos años más para el programa de Ingeniería de Alimentos
Compartir en
Viernes, Octubre 19, 2018
Estudiantes
Reviva este inolvidable momento en el que egresados, profesores y estudiantes se reencontraron con sus colegas, a través de las voces de algunos de los protagonistas del evento. Utadeo celebró las cuatro décadas de este programa que ha transformado la industria de los alimentos.
Fotografías: Alejandra Zapata - Oficina de Comunicación

Con un reencuentro emotivo y el retorno a las añoradas épocas doradas de la Universidad con esos compañeros que, desde hace más de cuatro décadas no se tenía contacto, y bajo un ambiente festivo, son añgunos de los adjetivos que mejor califican la inolvidable tarde del 18 de octubre, en la que el programa de Ingeniería de Alimentos celebró sus cuarenta años.  

Este día tan esperado había llegado para Lely Espitia, la primera mujer en graduarse como ingeniera de alimentos de Utadeo, pues con ansias deseaba compartir nuevamente con esos “locos” compañeros con los que, en un grupo conformado por trece hombres, logró salir avante en una industria que, en su momento, era machista. Para ella, celebrar los 40 años significó volver a esos días de camaradería de 1978, en los que se acomodó a la forma de ser de sus compañeros, a tal punto que aguantaba los chistes de doble sentido, las chanzas, e incluso, comenta entre risas, llegó a jugar billar y a tomar cerveza: “Siento mucho agradecimiento porque considero que Ingeniería de Alimentos en ese momento hizo un esfuerzo enorme para traer a los mejores profesores y nos brindó conocimientos solidos en formación en laboratorio para desenvolvernos en cualquier área de trabajo”, sostiene esta tadeísta, quien toda su vida se la dedicó al sector caficultor, e inclusive, inculcó ese amor hacia el grano a sus hijos, quienes hoy tienen su propia empresa cafetera.  

 

En medio de las añoranzas por esos días de antaño, un grupo de egresados de las cuatro décadas, conformado por Pedro Luis Jiménez (1978), egresado de la primera promoción y exdecano de Ingeniería de Alimentos; Gustavo Mosquera (1980), exconsultor en materia sanitaria para el Invima y organismos internacionales como el Usaid; Julio Mario Bernal (1984), gerente técnico y saborista senior en Firmenich; Patricia Chaparro (1989), investigadora y docente de la Universidad de la Salle, y Marisol Aguirre (2004), del Departamento Científico de Yakult Holanda, compartieron sus vivencias en su paso por la Universidad y ofrecieron consejos a las nuevas generaciones, en un verdadero diálogo entre colegas.

Llegué a otra Universidad. No encontré algunos de los recovecos en los que compartíamos con los compañeros. La Universidad tiene y sigue teniendo un ambiente único. Yo recuerdo que en la antigua entrada, en ‘La Playa’, todos tomabamos el sol y también nos encontrábamos con nuestros compañeros en la cafetería y las canchas de voleibol”, sostuvo con emoción Jiménez, al ver los avances en infraestructura, cuerpo docente e investigación que ha tenido la Universidad. Por su parte, Bernal felicitó a la Universidad por el esfuerzo que ha hecho en inversión hacia el programa.  

De igual forma, Chaparro, quien en el mes de agosto coordinó con otros compañeros un encuentro de egresados de las generaciones del 87 al 90, afirmó que existe un gran sentido de pertenencia de esas generaciones hacia la Universidad.

Encuentro de generaciones

Otros egresados, como José Luis, recuerdan la integralidad de una carrera que en sus inicios apuntaba a ser química de alimentos. Así, una de las anécdotas al respecto fue cuando, junto con sus compañeros de la primera promoción, tomaron la asignatura de física nuclear y trabajaron de cerca con el famoso Uranio 238, en un momento donde aún el Museo del Mar tenía como sede la Casa Vieja ubicada en la carrera séptima con calle 22.

Los egresados coincidieron en que la carrera se ha consolidado en el país, al punto de ser un eje vital para la industria alimenticia y el sector público, especialmente en el ámbito sanitario, donde el compromiso está en garantizar la calidad y la seguridad alimentaria de los colombianos.

En cuanto a los retos, Marisol y Julio Mario coincidieron en la necesidad de ser perseverantes. En el caso de nuestra tadeísta, gracias a la gestión brindada por el programa y tras varios intentos de postulaciones a becas en el exterior, logró hacer sus estudios de maestría y doctorado en Holanda, país en el que se encuentra radicada desde hace 12 años. Bernal recuerda que tuvo que pasar por varias entrevistas de trabajo en Firmenich para ser aceptado en este gigante de los sabores y las fragancias, empresa en la que ya ha dejado grandes improntas, como por ejemplo, su colaboración en la puesta en marcha de la planta piloto para emulsiones en Bogotá, que posteriormente fue replicada en la casa matriz en Suiza, así como en China y Estados Unidos. Pero también cuenta, con entusiasmo, el momento en el que estando en Princeton fue invitado a desarrollar el sabor de mandarina de Gatorade. Pero si de ser pioneros se trata, Gustavo también fue uno de ellos, al ser el primer ingeniero de alimentos en entrar al sector público de la salud en el país.

Panel de emprendedores

Los ingenieros de alimentos tadeístas, grandes emprendedores

En la segunda parte de esta celebración, también se dio paso a aquellos tadeístas que han transformado la industria alimenticia, volviéndola más sostenible, responsable y saludable para los consumidores, a través de iniciativas de emprendimiento. Este es el caso de Patricia Bastidas, gerente de Obleas José A; Rodrigo Pulido, gerente de la empresa de lácteos en Boyacá Cienelac; Gloria Marcela Cabrejo, directora de la Sociedad Colombiana de Ingenieros de Alimentos;  Germán Giraldo, fundador y gerente comercial de la empresa de alimentos saludables Karavansay; Alejandro Gil, estudiante de Ingeniería Química y creador de la marca Aborigen, emprendimiento que busca mejorar las experiencias sensoriales con productos basados en cacao proveniente del Catatumbo, y Aneiro Alzate, quien junto con el también tadeísta Otto Rodríguez, creó Pulpafruit, la mayor empresa exportadora de congelados a Costa Rica.

Lely Espitia (derecha) fue la primera mujer egresada del programa de Ingeniería de Alimentos

En la charla, algunos de ellos brindaron una serie de ‘tips’ a tener en cuenta para tener éxito, al igual que ellos, en un emprendimiento:

  • Aspectos para ser un emprendedor:
  1. Debe ser integral: No solo basta con ser un buen ingeniero sino también tener conocimiento sobre aspectos comerciales y de gerencia.
  2. Forjarse una meta: Proyecte cómo verá su empresa a corto, mediano y largo plazo.
  3. Sea líder: Aprenda a trabajar en equipo y a tomar decisiones en tiempos difíciles.
  4. Sea creativo: Las ideas y las empresas viven en constante reinvención.
  5. Defina en qué áreas se encuentran sus falencias y enfóquese en una línea de producto.
  6. Conozca muy bien su producto: Esto lo ayudará a entender sus potencialidades y diferenciales frente a la competencias.
  7. Sea consciente del estado financiero de su emprendimiento: Deberá tener, por lo menos, una línea de financiación para el primer año de operaciones.
  8. Busque la sostenibilidad de su producto: Los clientes cada vez más piden productos nutritivos, en pequeñas porciones.
  9. Impacte a su comunidad: No solo se trata de emprendimiento, también se busca transformar las vidas de los productores y consumidores de sus productos.
  10. Eduque a sus proveedores para optimizar las materias primas de sus productos.

 

Yaneth Luna, Yineth Piñeros, Edgar Vargas y Cecilia María Vélez

“Desde su nacimiento, el programa ha impulsado la transformación de los sectores productivos y sociales del país”

En su saludo de felicitación al programa, la rectora de Utadeo, Cecilia María Vélez, sostuvo que el programa es fiel al origen e historia de la Universidad y de la Facultad de Ciencias Naturales e Ingenierías, en torno al aprovechamiento de los recursos naturales como materia prima para garantizar el mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos desde su alimentación.

Señaló también que Ingeniería de Alimentos fue el primer programa de la Universidad en iniciar y finalizar con éxito el proceso de Acreditación de Alta Calidad, en un paso que sirvió de fundamento para la posterior obtención de la Acreditación Institucional de Alta Calidad: “Fue por muchos años el único programa de Ingeniería de la universidad y en su seno se crearon otras ingenierías”.

:Los estudiantes también celebraron estos 40 años. En la fotografía: Alexandra Estupiñan, Cristian Florez y Ximena Plata

Así pues, detalló, la movilidad social, la honradez, la ética profesional, así como el amplio conocimiento e interés por la transferencia del conocimiento, fueron e estandarte de las primeras generaciones, que al igual que ahora, persisten en sus egresados: “desde su nacimiento, el programa de ingeniería de Alimentos ha impulsado la transformación de muchos sectores productivos y sociales hacia una economía basada en el conocimiento, la innovación, el emprendimiento y la creatividad”.

La celebración terminó por todo lo alto con la premiación a aquellos egresados, profesores y administrativos que han contribuido al posicionamiento del programa. Por su aporte al sector público, el galardón fue para Gustavo Mosquera, consultor en temas de legislación sanitaria en el Ministerio de Salud y el Invima; por su aporte al sector industrial, el premio fue para Julio Mario Bernal; por su aporte al emprendimiento, Otto Rodríguez fue el merecedor del premio; en el ámbito académico, Luz Indira Romero, par evaluador del Consejo Nacional de Acreditación, profesora, investigadora y directiva en la Universidad de la Sabana, así como Ligia Rodríguez, quien durante 17 años ha estado vinculada a Utadeo como profesora e investigadora y fue de vital ayuda en el primer proceso de Acreditación de Alta Calidad del programa, fueron las merecedoras del reconocimiento.

Finalmente, como distinción al trabajo que llevaron a cabo como decanos de Ingeniería de Alimentos, se concedió un premio especial a Yaneth Luna, quien lideró los procesos del programa entre 1997 al 2012, y a Pedro Luis Jiménez, quien estuvo al frente de la decanatura en el periodo comprendido entre 1987 a 1996. Por su apoyo administrativo, Gladys Velandia, quien trabajó durante 38 años en la Universidad, también se llevó una distinción.

Con un brindis liderado por Yineth Piñeros, directora del programa de Ingeniería de Alimentos, y con el deseo de que el programa cumpla 40 y muchos años más, Utadeo brindó un sentido reconocimiento a sus egresados, profesores y estudiantes, quienes día a día trazan el camino para tener una industria alimenticia responsable y de última tecnología.

El ensamble de salsa y folclore del Centro de Arte y Cultura de Utadeo encendió la fiesta en la celebración

Uno de los momentos más emotivos de la celebración fue cuando se presentó el ensamble de los programas de ingeniería de Alimentos y Química

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

Institución de Educación Superior sujeta a inspección y vigilancia por el Ministerio de Educación Nacional.