Walter Gropius y la expansión de la Bauhaus en Latinoamérica
El Departamento de Humanidades y la maestría en Estética e Historia del Arte de Utadeo, celebraron los 100 años de la Bauhaus, en un encuentro académico con investigadores nacionales e internacionales. A través de mesas temáticas y conferencias, que se desarrollaron del 17 al 20 de septiembre, los participantes fueron invitados a reflexionar sobre la escuela en arte y diseño que revolucionó el mundo.
La Oficina de Comunicación de Utadeo acompañó la conferencia del investigador español Joaquín Medina Warmburg, quien se refirió al fundador de esta escuela, Walter Gropius, y su conexión con Latinoamérica. Las siguientes son las ideas recogidas en este evento.
La expansión de la Bauhaus en Latinoamérica
Desde 1919, la Bauhaus se convirtió en punto de referencia para el cambio de concepto en arquitectura, arte y diseño. Gropius unió la Escuela de Bellas Artes con la Escuela de Artes y Oficios, formando así la primera escuela de diseño del mundo que 100 años después conserva su vigencia.
Aunque el desarrollo de esta escuela se dio principalmente en Alemania, el nazismo la obligó a cerrar sus puertas, ya que veían en la ideología de la Bauhaus un espíritu socialista, internacionalista y judío. Esto propició la expansión de las ideas y proyectos de la escuela.
En 1933, muchos de los integrantes de la Bauhaus se exiliaron en Latinoamérica y Estados Unidos para poder continuar con la escuela. Gropius llegó a Norteamérica, en donde dictó clases en Harvard. Uno de sus estudiantes, Paul Linder, se refugió en Lima, Perú, ciudad donde se convertiría en profesor de la Escuela Nacional de Ingenieros del Perú.
“En 1938 Paul Linder, tras insistir mucho, consiguió llevar a Lima a quien fuera su maestro, Walter Gropius”, comentó Medina Warmburg. El fundador de la Bauhaus también visitó España tras fracasar en dos ocasiones en sus estudios de arquitectura, en donde conoció a su mentor, Karl Ernst Osthaus, mientras trabajaba en un taller de cerámicas y azulejos en Sevilla.
El acercamiento con la cultura y arquitectura española le permitió también acercarse a Latinoamérica, a la que consideraba un territorio afortunado: “sin historia, sin memoria, sin pasado y, por tanto, lleno de posibilidades para el mundo moderno, con el fin de desarrollar las formas arquitectónicas de las raíces y las funciones del nuevo mundo”, señaló Medina Warmburg.
Gropius visitó varios países de América Latina y el Caribe, invitado por personas comprometidas con la renovación académica de la arquitectura en la región. Cuba, Buenos Aires y Perú, fueron alguno de los países que lo recibieron.
Sin embargo, las ideas de la Bauhaus no solo se expandieron por la presencia de su fundador en los países de Latinoamérica. Gropius dictaba clases en Harvard y muchos de sus estudiantes volvieron a sus países de origen apropiados de las teorías de la Bauhaus, pero reinterpretándolas en cada uno de los territorios.
La Bauhaus dejó huella en la arquitectura Latinoamérica y también planteó varias criticas sobre el desarrollo arquitectónico de la región. "Un claro ejemplo es la ciudad universitaria de UNAM, donde Gropius criticó a sus colegas por la falta de escala arquitectónica que le faltó al complejo universitario”, comentó Medina Warmburg.
Finalmente, el español cerró su charla con el último proyecto de Gropius en vida, desarrollado en 1968. Lo realizó con el arquitecto argentino Amancio Williams y se trataba de la Embajada Alemana en Buenos Aires.
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Durante los cuatro días, disntintos invitados nacionales e internacionales han participado en el evento. Se agradece la participación de los conferencistas:
Alberto Saldarriaga Roa (Colombia)
Joaquín Medina Warmburg (Alemania)
Claudia Cendales (Colombia)
Irina Alter (Alemania)
Ponentes:
Paula Matiz
Oscar Salamanca
Mauricio Pinilla
Catalina Quijano
Ricardo Malagón
Fernando Álvarez Romero
Carlos Eduardo Sanabria
Adriana Tobón
Juan Manuel España
