Escrito por: Salomé Garzón
Editora/correctora de estilo: Bibian Riveros
Ilustrado por: Juan David Fernández
Gracias a ellos, por tener el talento para narrar.
historias y hechos que nos aportan un mayor entendimiento de la sociedad, a la vez que nos
ayudan a reflexionar.
Hoy queremos resaltar la labor de uno de los locutores más importantes que tuvo Colombia.
Se trata de Carlos Pinzón, locutor, presentador, promotor de espectáculo y defensor de causas
sociales. Nació el 24 de octubre de 1927, en Choachí, Cundinamarca. Su inicio como locutor
fue en la radio de Tunja a finales de los años 40, luego pasó a una en Girardot, Cundinamarca
y posteriormente a otra en Manizales, para, finalmente, llegar e instalarse en la ciudad de
Bogotá.
Se destacó por ser el promotor de la Teletón en el país, emitido por primera vez en el año
1980, un programa que recauda fondos para las personas en condición de discapacidad.
También es conocido porque fue quien fundó la Asociación Colombiana de Locutores
(ACL), haciéndose muy famoso por el programa Monitor. Fundó la discoteca La Bomba
junto a Gloria Valencia y, en compañía de su mejor amigo Fernando Gómez Agudelo, creó la
Radio Televisión Interamericana (RTI). Allí fue el anfitrión de El Club de la Televisión, uno
de los programas de entretenimiento más memorables del país, constituido para el beneficio
de la ciudadanía en general.
Su trayectoria es tan grande que aún se le reconoce por la transmisión de momentos
importantes, como la llegada del hombre a la luna, en el año 1969. Fue uno de los promotores
de jingles (canciones breves utilizadas con fines publicitarios), participando en uno conocido
como “Señor Locutor, por favor, diga usted, qué hora es”, que se escucha en las emisoras de
Caracol Radio. Así mismo, fomentó el rock & roll en programas musicales radiales
dedicados a los jóvenes.
Adicionalmente, Carlos Pinzón recibió cientos de reconocimientos, entre ellos se encuentra el
premio India Catalina a toda una vida, Cruz de Boyacá, orden Murillo Toro y el premio a Las
glorias de la televisión.
El legado de Carlos Pinzón no solo se mide en las historias que contó, sino también en las
vidas que tocó. Sin duda, su mayor enseñanza fue el servicio al prójimo, recordándonos que
la verdadera grandeza radica en la capacidad de dar sin esperar nada a cambio. Su nombre
siempre estará ligado a la radio y las artes nacionales, pero, sobre todo, a la solidaridad, pues,
a través de su labor incansable, transformó vidas con su generosidad.
Más allá de su aporte artístico, su verdadera obra maestra fue el impacto que tuvo en quienes
más lo necesitaban. Situó a estas personas en la realidad colombiana, les dio opciones y
oportunidades de mejora, y las ayudó en sobremanera. Su compromiso con el prójimo no era
solo una elección, sino una vocación.
A él y a todos nuestros locutores felicidades por su gran labor, hoy se les conmemora y
agradece porque a través de su voz tienen la capacidad de transformar vidas. Gracias por
aconsejar, informar y acompañar a tantas personas las 24 horas del día, a pesar del desgaste
físico, lo hacen con inquebrantable constancia, esfuerzo y dedicación.
Por otra parte, queremos resaltar la importancia de la conexión que tienen con la comunidad,
por ser compañeros de viajes en nuestros caminos hacia el trabajo, el colegio, la universidad
o nuestros diversos destinos. Gracias por ser tan empáticos y ser una fuente de confianza en
cuanto a información y entretenimiento.
Como locutores, desempeñan un papel fundamental en la sociedad, influyendo con sus
palabras y poderosos mensajes. Por eso, les agradecemos por promover valores positivos,
crear conciencia sobre temas sociales, impulsar causas benéficas y fomentar la inclusión y la
diversidad.
¡Felicidades a quienes, con su voz, conquistan corazones cada día! Son el eco de las
emociones, las vivencias y las ideas que nos inspiran. ¡Feliz día del locutor!