Escrito por: Luisa Fernanda Onofre Enciso
Correción/ edición de estilo: Santiago Cabarcas
Ilustración: Xiomara Ramírez
Entre los anfibios más emblemáticos y amenazados de Colombia se encuentran las ranas arlequín del género Atelopus, muchas de las cuales enfrentan peligro crítico de extinción o ya se consideran extintas localmente. Un caso representativo es Atelopus laetissimus, reportada en la Sierra Nevada de Santa Marta, especie bajo monitoreo intensivo debido a su alta vulnerabilidad a la quitridiomicosis (enfermedad fúngica infecciosa cutánea) y la pérdida de hábitat. Sus llamativos colores las convierten en indicadores sensibles de la salud ambiental, y su declive señala problemas ecológicos de mayor escala.
Si bien Colombia alberga especies únicas como la rana nodriza niputidea (Allobates niputidea), exclusiva del Magdalena Medio y perteneciente a la familia Aromobatidae, la diversidad anfibia del país se encuentra gravemente amenazada. Más del 30% de las especies están en peligro de extinción, principalmente debido a la pérdida de hábitat, el cambio climático, la contaminación ambiental y la propagación de enfermedades emergentes como la quitridiomicosis, causada por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis. Este patógeno ha sido identificado en diversas regiones del país y es responsable de severos declives poblacionales, afectando incluso a especies emblemáticas y endémicas. La rápida expansión y el impacto devastador de este hongo lo han catalogado como una de las mayores amenazas para la biodiversidad anfibia a nivel mundial.
Otro grupo fascinante lo constituyen las cecilias, anfibios ápodos de hábitos subterráneos y, por lo tanto, poco conocidos. Recientemente, en el departamento de Santander, científicos colombianos descubrieron una nueva especie, Caecilia pulchraserrana, un hallazgo significativo tras más de 50 años sin reportes de nuevas cecilias en el país. Este descubrimiento subraya la riqueza aún inexplorada y la necesidad de continuar la investigación en regiones subestudiadas.
La notable diversidad anfibia en Colombia se caracteriza también por su distribución heterogénea, con la región andina concentrando la mayor riqueza de especies, especialmente entre los 1000 y 3000 metros sobre el nivel del mar, muchas de ellas con distribución restringida. No obstante, esta misma región enfrenta altos niveles de deforestación y alteración del uso del suelo, lo que incrementa significativamente la vulnerabilidad de las poblaciones de anfibios.
Frente a este crítico panorama, la comunidad científica y las autoridades ambientales han aunado esfuerzos para mitigar las amenazas. Actualmente se encuentra en proceso de publicación el Programa Nacional de Conservación de Anfibios, el cual propone estrategias integrales para la protección y recuperación de especies vulnerables. Este programa busca fortalecer la investigación, la educación ambiental y la implementación de medidas de conservación efectivas, además de fomentar la participación activa de comunidades locales y la academia. La educación ambiental, la distribución de materiales didácticos y la organización de eventos como el Save The Frogs Day son herramientas fundamentales para promover un cambio cultural que favorezca la protección de estos importantes animales. La colaboración continua y el compromiso sostenido son esenciales para salvaguardar la invaluable herpetofauna colombiana.