Escrito por: Luisa Fernanda Onofre Enciso
Editora/correctora de estilo: Akemi Amaya
Ilustrado por: Julian Diaz
<<¿Qué pasaría si la liberación de metales pesados y gases como el metano en el mar dejara una huella devastadora en los ecosistemas marinos?>>. La contaminación por metales pesados, proveniente de vertimientos industriales y residuales, puede acumularse en los tejidos de los organismos marinos, afectando su salud y la de los humanos que consumen mariscos contaminados. Además, la eutrofización causada por el aumento de nutrientes en las aguas costeras, como nitrógeno y fósforo, puede provocar la proliferación de algas, agotando el oxígeno y creando zonas muertas. Igualmente, la contaminación marina por plásticos y otros residuos sólidos es un problema crítico en Colombia, donde la acumulación de microplásticos en manglares como la Ciénaga Grande de Santa Marta tiene impactos severos y críticos en el ecosistema.
Los efectos de la contaminación marina en Colombia no solo afectan la biodiversidad, sino que también tienen implicaciones económicas y sociales. Más del 70% de los ecosistemas marinos del país están en alto riesgo de colapso debido a la destrucción del hábitat y la contaminación. Esto pone en peligro las actividades económicas como la pesca y el turismo donde recordemos se obtienen de aquellos servicios ecosistémicos de abastecimiento como el agua, sin embargo, estas prácticas tienen repercusiones claras en los servicios ecosistémicos de regulación, apoyo y culturales a mediano y largo plazo.Estos son fundamentales para el correcto funcionamiento ecosistémico y el desarrollo de las comunidades tanto costeras. Es crucial implementar medidas efectivas para reducir la contaminación y proteger estos valiosos ecosistemas marinos, asegurando la sostenibilidad de los océanos y el bienestar de las comunidades que dependen de ellos.
En un contexto más amplio, el Golfo de California, reconocido como uno de los ecosistemas más biodiversos del mundo, enfrenta desafíos similares debido a proyectos de extracción y distribución de gas natural, como el Proyecto Saguaro. Este proyecto ha generado preocupación entre activistas y organizaciones civiles, quienes advierten sobre los riesgos asociados con el tránsito de buques de carga a través del Golfo. El análisis de los efectos potenciales de la distribución de gas natural en la vida marina de la zona revela impactos significativos, centrándose en el impacto de los gases pesados y el aumento del tráfico marítimo.
La extracción y transporte de gas natural conllevan la liberación de gases pesados al medio ambiente, como el metano y otros hidrocarburos, que pueden tener efectos perjudiciales en el ecosistema marino. La acidificación del océano, causada por la absorción de dióxido de carbono, reduce el pH del agua, dificultando la calcificación de organismos marinos como corales, moluscos y crustáceos, y alterando las redes tróficas. Además, la descomposición de materia orgánica puede agotar el oxígeno disuelto en el agua, creando zonas de hipoxia o anoxia, letales para muchas especies marinas. La eutrofización, provocada por el aumento de nutrientes, puede provocar la proliferación de algas, agotando el oxígeno y creando zonas muertas. La bioacumulación y biomagnificación de contaminantes pueden tener efectos tóxicos en depredadores tope, como ballenas y delfines. Finalmente, los hidrocarburos pueden afectar la fotosíntesis, reduciendo la producción primaria y la disponibilidad de alimento para los herbívoros.
Además de los efectos directos de los gases pesados, el aumento del tráfico marítimo asociado con el Proyecto Saguaro plantea riesgos adicionales para la vida marina. Las colisiones con buques son una causa principal de muerte de ballenas y otros animales marinos, mientras que la contaminación acústica puede interferir con la comunicación y navegación de los cetáceos, provocando estrés y cambios de comportamiento. El riesgo de derrames de petróleo y otros contaminantes es una amenaza constante para el ecosistema marino, y los buques pueden transportar especies invasoras que alteren los hábitats y transmitan enfermedades.
El Proyecto Saguaro representa una amenaza significativa para la biodiversidad del Golfo de California, con consecuencias devastadoras para las poblaciones de ballenas, tortugas, delfines y otros animales marinos, así como para las comunidades humanas que dependen de la pesca y el turismo en la zona. Las implicaciones se extienden a otras regiones, como Colombia, donde la protección de los ecosistemas marinos requiere una gestión cuidadosa y la implementación de medidas preventivas. Es fundamental realizar evaluaciones de impacto ambiental exhaustivas e implementar medidas de mitigación efectivas para proteger estos valiosos ecosistemas marinos. La cooperación internacional y el intercambio de conocimientos son esenciales para abordar los desafíos comunes y garantizar la sostenibilidad de los océanos.