La fuerza de la danza

El ballet se consideraba una forma estilizada de concretar los bailes de la alta sociedad Europea, eran de salón y se relacionaban con valse, minuet y con la música de la época. Tuvo lugar en Italia durante el Renacimiento con la familia Médici quienes a cabeza de Catalina Médici viajan a Francia. En el siglo XV, el rey Luis XIV crea la Academia Real de la danza, esto contribuye al desarrollo de la estructura para la enseñanza del ballet. Esta información se puede encontrar en Cartas sobre la danza y el ballet de Jean Georges Noverre. Posteriormente, en el siglo XVIII se consolida la academia francesa de danza y en el siglo XIX se extiende a Rusia y se gesta la Academia Vaganova una de las más conocidas e influyentes en todo el mundo. A principios del siglo XX llega a cuba y da paso al ballet latinoamericano.

El ballet tiene un alto sentido de la proporción, exactitud y precisión que favorece a otras partes del cuerpo tales como el sistema nervioso central en términos de motricidad gruesa y fina con el fin de fortalecer otros aspectos de la vida del estudiante. De igual manera, los estudiantes adquieren habilidades sociales que detonan al aprender ballet, tales como: tomar el ejemplo del otro, ser ejemplo para el otro, ayudar, saber manejar el ego y saber comunicarse en una relación de jerarquías que existe entre maestro y estudiante que en esta danza es bastante clásico, pero en el pensamiento contemporáneo se hace alusión a no pensar en las jerarquías. En el ballet, se conserva el respeto por quién te está enseñando, podría entenderse como un balance en esta época contemporánea que ayuda a entender a los estudiantes
que el nivel de experiencia y el rol que desempeñan las personas en esta sociedad merecen estimación y comprensión.

En el Centro de Arte y Cultura de la Utadeo los estudiantes aprenden a conocer sus capacidades físicas en términos de fuerza, resistencia, flexibilidad, elasticidad y mecanismos para encontrar el equilibrio, estas son condiciones de la técnica misma. A su vez, la puntualidad de los estudiantes es importante, no pueden llegar tarde a una clase porque pueden lesionarse debido a que cada clase tiene una secuencia de esfuerzos que van preparando al estudiante para lo que viene. Adquieren la responsabilidad de su propio cuerpo y un auto reconocimiento cuando logran avanzar.

Para ser un bailarín profesional de ballet sería necesario practicar de seis a ocho horas diarias distribuidas entre la mañana y la tarde durante ocho años. Requiere tiempo, paciencia, perseverancia y entrega. La experiencia en la Utadeo es interesante porque se tenían clases tres veces a la semana y se logró un resultado positivo en el avance de los estudiantes, se demostró que es posible lograr un buen nivel de ballet en un ámbito universitario donde no se forman bailarines profesionales. “No hay consideración que menosprecie las posibilidades del estudiante si no por el contrario hay un alto nivel de exigencia” … Resalta el profesor Juan Pablo González.

"Puntualidad" - Calentamiento de la clase

 

“La clase tiene una secuencia de esfuerzos que prepara al estudiante para lo que viene”

 

“Resistencia”

 

“Equilibrio”

 

“Auto reconocimiento”

 

“Alto nivel de exigencia”

 

“Entrega”

 

“Perseverancia”

 

“Exactitud”

 

“Precisión”

La fuerza de la danza

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La fuerza de la danza
Jueves, Noviembre 29, 2018
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"Arte y Cuerpo"

El ballet se consideraba una forma estilizada de concretar los bailes de la alta sociedad Europea, eran de salón y se relacionaban con valse, minuet y con la música de la época. Tuvo lugar en Italia durante el Renacimiento con la familia Médici quienes a cabeza de Catalina Médici viajan a Francia. En el siglo XV, el rey Luis XIV crea la Academia Real de la danza, esto contribuye al desarrollo de la estructura para la enseñanza del ballet. Esta información se puede encontrar en Cartas sobre la danza y el ballet de Jean Georges Noverre. Posteriormente, en el siglo XVIII se consolida la academia francesa de danza y en el siglo XIX se extiende a Rusia y se gesta la Academia Vaganova una de las más conocidas e influyentes en todo el mundo. A principios del siglo XX llega a cuba y da paso al ballet latinoamericano.

El ballet tiene un alto sentido de la proporción, exactitud y precisión que favorece a otras partes del cuerpo tales como el sistema nervioso central en términos de motricidad gruesa y fina con el fin de fortalecer otros aspectos de la vida del estudiante. De igual manera, los estudiantes adquieren habilidades sociales que detonan al aprender ballet, tales como: tomar el ejemplo del otro, ser ejemplo para el otro, ayudar, saber manejar el ego y saber comunicarse en una relación de jerarquías que existe entre maestro y estudiante que en esta danza es bastante clásico, pero en el pensamiento contemporáneo se hace alusión a no pensar en las jerarquías. En el ballet, se conserva el respeto por quién te está enseñando, podría entenderse como un balance en esta época contemporánea que ayuda a entender a los estudiantes
que el nivel de experiencia y el rol que desempeñan las personas en esta sociedad merecen estimación y comprensión.

En el Centro de Arte y Cultura de la Utadeo los estudiantes aprenden a conocer sus capacidades físicas en términos de fuerza, resistencia, flexibilidad, elasticidad y mecanismos para encontrar el equilibrio, estas son condiciones de la técnica misma. A su vez, la puntualidad de los estudiantes es importante, no pueden llegar tarde a una clase porque pueden lesionarse debido a que cada clase tiene una secuencia de esfuerzos que van preparando al estudiante para lo que viene. Adquieren la responsabilidad de su propio cuerpo y un auto reconocimiento cuando logran avanzar.

Para ser un bailarín profesional de ballet sería necesario practicar de seis a ocho horas diarias distribuidas entre la mañana y la tarde durante ocho años. Requiere tiempo, paciencia, perseverancia y entrega. La experiencia en la Utadeo es interesante porque se tenían clases tres veces a la semana y se logró un resultado positivo en el avance de los estudiantes, se demostró que es posible lograr un buen nivel de ballet en un ámbito universitario donde no se forman bailarines profesionales. “No hay consideración que menosprecie las posibilidades del estudiante si no por el contrario hay un alto nivel de exigencia” … Resalta el profesor Juan Pablo González.

"Puntualidad" - Calentamiento de la clase

 

“La clase tiene una secuencia de esfuerzos que prepara al estudiante para lo que viene”

 

“Resistencia”

 

“Equilibrio”

 

“Auto reconocimiento”

 

“Alto nivel de exigencia”

 

“Entrega”

 

“Perseverancia”

 

“Exactitud”

 

“Precisión”

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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