La barbería

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La barbería
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Miércoles, Diciembre 13, 2017
Erick Abril es un barbero del siglo XXI que aprecia el "color joven" y la mentalidad incluyente de los tadeístas.

La barbería

 

En la entrada de la casa hay un bastón rojo, azul y blanco que se destaca en la pintura blanca, desgastada por los años.

Hacia el fondo, sobre el piso ajedrezado, está Erick Abril escuchando Hip-hop, House y Trap, ‘motilando’, como dice él, a los universitarios que quieren un corte de cabello distinto.

Erick llegó de la comuna Manrique de Medellín con la idea de emprender un negocio de barbería en la capital del país. Inició con un local de ropa y de ahí obtuvo el dinero para comprar las sillas y los espejos.

Luego de pasar por situaciones personales complicadas y de sobrellevar la discriminación a causa de su oficio, su ropa y la música que le gusta escuchar, se instaló hace un año en el local de la 4A.

Acá con todos los vecinos me llevo súper bien, sobre todo con los estudiantes de la Tadeo. A veces vienen a hacer las tareas, pasan huecos y ellos son re bien. Calientan el almuerzo allá al frente y vienen y almuerzan acá; hablamos, se motilan”, señala.

 

 

 

La barbería, cuenta Erick, viene de los egipcios, pues se creía que al rasurarse la cabeza la energía se renovaba. Por eso trata a sus clientes como faraones, mezclando en este oficio ancestral la influencia de la cultura hip-hop.

“Este es el espacio de los hombres, motilados por hombres, con cortes que un hombre sabe cómo lucir y cómo hacerlo”, confiesa sin ningún ánimo machista o discriminatorio, pues muchas mujeres van también a su barbería.

Erick dice que su oficio le ofrece un espacio para crear lazos y que sus clientes son una gran familia, pues “si alguien viene triste y yo he vivido esa experiencia, lo aconsejo. Es más que decir ‘me voy a ir a cortar el cabello allá’”.

Este barbero moderno destaca de los estudiantes el “color joven” que le dan a la calle de las ‘erías’. Dice que son más amplios, con la mente mucho más abierta para aceptar lo diferente.