Sonrientes y rollizos es una campaña que frecuentemente se ve en los medios de comunicación por niños que necesitan ayuda en Colombia, pero se está perdiendo la realidad del abandono, la pobreza, miseria y sobretodo hambre por la que está pasando la Guajira.
Según cifras que revelan las autoridades indígenas, son más de 4.700 niños los que han muertos en los últimos cinco años en la Guajira. La Defensoría del Pueblo resalta el caso de 25 menores de edad que murieron en 2014 y que los profesores de ellos aseguran que los niños pasaban días enteros sin comer.
Elena Mobil Urariyú, profesora de la comunidad indígena, manifestó que en la Guajira no hay ayuda por ningún lado, que ella misma se acerca a la alcaldía para que le suministren alimento para los niños, y hoy es el día en que no les ha llegado nada.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) aseguro que se está trabajando fuertemente para que las condiciones de los niños en la Guajira sean mejores, pero los esfuerzos no son suficientes, porque mientras muchas personas hablan de la situación tan crítica en la que viven los indígenas, muchos niños están a la espera de que esa ayuda se intensifique y despierten de esta pesadilla.
Danna Gómez/ Sintonía Social
Nuestra página en Facebook: Sintonía Social.