Once años de edad tenía Miguel Panduwinata, cuando se encontraba listo para viajar en el vuelo MH17 de Malaysia Airlines para poder visitar a su abuela en Bali, Miguel viajaba con Shaka, su hermano mayor de 19 años de edad, tristemente ellos dos estaban en los 298 pasajeros y tripulantes que perdieron la vida cuando el Boeing 777 fue derribado por un misil tierra-aire en Ucrania.
Samira afirmaba que su hijo era muy alegre y con mucha vitalidad, lo cual indicaría que Miguel debió mostrar emoción por el viaje, pero todo lo contrario pues estuvo muy tiste los días antes de viajar, de la misma manera, la premonición comenzó un día antes del vuelo, Miguel jugaba fútbol y de repente preguntó a Samira: “¿Yo puedo elegir como morir? ¿Qué pasará con mi cuerpo cuando me entierren? ¿No sentiré nada porque nuestras almas regresan al lado de Dios?”. Ese mismo día en la noche, Miguel reflejaba una actitud nerviosa y no se despegaba ni un momento de su mamá. Samira indica que esa noche su hijo Miguel extendió sus brazos y le dijo: “Mamá, ¿puedo abrazarte?”.
A la mañana siguiente, en el aeropuerto a la hora de despedida, Miguel se dio la vuelta y corrió hacia atrás a los brazos de Samira., quien indicó que Miguel tenía una mirada que jamás había visto, pero no comprendió que era la mirada del adiós definitivo. “Mamá, te voy a echar de menos” ¿Qué pasaría si hubiera un accidente aéreo? ¿Qué sería de todo esto?”.
Samira perdió de vista por última vez a sus hijos., el MH17 despegó sobre las 12:15 del mediodía, se estimaba que fuera un vuelo de 11 horas y 45 minutos, Samira declara que estaba comprando calcetines, su teléfono sonó y era su amiga Aan diciéndole que el avión de sus hijos se había estrellado, lastimosamente, Samira se repite una y otra vez el por qué no escuchó las premociones de su hijo, seguramente así hubiera podido salvar la vida de Miguel y Shaka.
Sin lugar a duda el mensaje es claro, como se ha podido comprobar, siempre se debe prestar atención a las señales que nos ofrece la vida, ya sean premoniciones, sueños u otras formas ya que nos podrían salvar la vida.
Laura Monroy- Frecuencia Cósmica