Jeremy Pemberton sacerdote protestante, se casó el pasado sábado con su pareja, un hombre. El cura ha abierto un debate que divide a los fieles de esa confesión y a la propia jerarquía, entre quienes quieren adaptarse a la sociedad moderna y quienes quieren seguir aferrados a las creencias.
El arzobispo de Canterbury y jefe religioso de la gran comunidad anglicana en el mundo, Justin Welby, sugería la semana pasada que los cristianos de las naciones africanas se arriesgaban al asesinato si su iglesia aceptaba el matrimonio entre dos personas del mismo sexo. Sin citar la persecución de la que son objeto los homosexuales en muchos países del continente, y con más firmeza en Uganda.