Recordamos en el músico de la semana a uno de los compositores más importantes de la escena inglesa: Edward Elgar, quien nació hace 161 años. Un aspecto que marcó profundamente su producción musical fue su catolicismo que lo convirtió en un pilar creativo para la religión en medio de un país con una clase dirigente anglicana. No alcanzó el éxito hasta que cumplió 40 años, con sus variaciones enigma que se hicieron inmediatamente populares en Gran Bretaña y el extranjero. Elgar era muy sensible con sus orígenes humildes, incluso después de lograr el reconocimiento.

Nació en 1857 en Worcester y su padre, quien era un músico aficionado, tuvo mucho que ver en su inclinación hacia la música. Durante la semana atendía su tienda de música y los domingos interpretaba el órgano en la iglesia católica de St George. Este entorno le permitió a Elgar relacionarse con los instrumentos y la vida musical de la ciudad y con un festival musical famoso llamado Three Choirs, festival que se sigue celebrando con siglos de tradición. Las sociedades locales empezaron a llamar a Elgar y a ofrecerle trabajo a sus 16 años y él consolidó la idea de un futuro en la música. 

Un personaje decisivo en la vida musical de Edward Elgar fue el director austrohúngaro Hans Richter, quien percibió lo que la mayoría de músicos ingleses no querían ver y era el gran talento de Elgar para la composición. Estrenó las variaciones enigma de Elgar sin conocerlo y esa elección conmovió al público y sentó las bases del prestigio del compositor. Después estrenó la obertura Cockaigne que se convirtió en un himno y un retrato de Londres. Elgar fue nombrado para la época como doctor Honoris Causa de la universidad de Cambridge. Richard Strauss lo llamó El primer músico progresista inglés.

EL MÚSICO DE LA SEMANA, lunes a viernes de junio, 2:00 p.m.