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Jan Pieterszoon Sweelinck, 400 años

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Jan Pieterszoon Sweelinck, 400 años
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Martes, Octubre 5, 2021
(1562-1621)

Jan Pieterszoon Sweelinck, 400 AÑOS

El 16 de octubre se cumplen 400 años de fallecimiento del compositor neerlandés Jan Pieterszoon Sweelinck, quien nació en Deventer en 1562 y falleció en Amsterdam en 1621. Llamado el Orfeo de Amsterdam ha sido uno de los compositores e intérpretes más importantes de la música para teclado. Su genio trascendió también al campo pedagógico, pues fue formador de una notable generación de músicos de los Países Bajos y Alemania, quienes difundieron su obra (Samuel y Gottfried Scheidt, Jacob Praetorius, Heinrich Scheidemann).

Hay que recordar la gran tradición de los músicos franco-flamencos que fueron las figuras principales en Europa durante el Renacimiento. Josquin Desprez, Johannes Ockeghem, Nicolas Gombert, dejaron un paradigma en todo el continente. Esta gloriosa tradición renacentista dejó un profundo amor por la música en los Países Bajos. El musicólogo Francisco Milella nos recuerda esta  tradición: “Colocando las teorías calvinistas al centro de su vida política, económica y social, los Países Bajos aceptaron la distinción musical entre espacio religioso y espacio doméstico. El primero fue recibiendo una larga lista de grandes organistas, discípulos de Jan Sweelinck, el mismo en el que Dietrich Buxtehude y los grandes compositores del norte de Alemania se inspirarían. Al poner la liturgia calvinista estrictos límites a la fantasía y al gusto de los compositores holandeses, el espacio doméstico se convirtió para ellos en el contexto ideal en el cual experimentar nuevas formas y nuevos lenguajes”.

Sweelinck creció en un ambiente musical con su padre dedicado a interpretar el órgano en Oude Kerk, donde sus abuelos también se desempeñaron como organistas. Según Cornelis Plemp, un alumno y amigo de Sweelinck, éste comenzó su carrera de cuarenta y cuatro años como organista de la Oude Kerk, el edificio más antiguo de Amsterdam y su iglesia consagrada en 1306 por el obispo de Utrecht con San Nicolás como su santo patrono. Las obligaciones de Sweelinck en Amsterdam fueron de organista y esto posiblemente le permitió dedicar tiempo a la enseñanza con alumnos destacadísimos que se convirtieron en músicos de referencia. Fue conocido en Alemania como el fabricante de organistas. Su influencia también se difundió en Suecia e Inglaterra.

En su producción destacan más de 70 obras para teclado y alrededor de 250 obras vocales (canciones, madrigales, motetes y salmos). Al parecer Sweelinck pasó toda su vida en Amsterdam, con visitas ocasionales a otras ciudades donde emitió conceptos y ayudas profesionales en su conocimiento del órgano. Su viaje más largo fue a Amberes en 1604.

El maestro de la Fuga como género musical fue Johann Sebastian Bach. La fuga entendida como el uso de la polifonía que tiene como base el contrapunto que tiene varias líneas instrumentales que reiteran melodías en diferentes tonalidades. Jan Pieterszoon Sweelinck fue el antecesor y uno de los primeros maestros en escribir fugas para órgano, obras que partían de un tema simple, al cual se le agregaba textura y complejidad hasta un clímax y resolución.

La escuela neerlandesa de gran tradición se fue cimentando con el paso de los siglos con Sweelinck como un gran inspirador. El musicólogo Francisco Milella nos ofrece una pequeña crónica de esta tradición: “penalizada por la iglesia, la música instrumental toma su revancha en las refinadas casas de los mercaderes, las mismas que Jan Vermeer había comenzado a retratar con sus laúdes y sus clavecines envueltos en una luz inconfundible. Carolus Hacquart (1640 – 1701), Servaas de Konink (1654 – 1701), Johann Heinrich von Weissenburg (1660 – 1730) y Hendrik Anders (1657 – 1714) fueron los primeros compositores, hoy desconocidos, en dar vida a una tímida y silenciosa tradición musical holandesa. Mirando a los tres centros de la música europea (Francia, Italia y Alemania) esta primera generación fue preparando el terreno para la segunda generación: a partir del 1700, las grandes ciudades de Holanda se fueron llenando de  compositores, locales y extranjeros, y, sobre todo, de impresores brillantes y abiertos que en breve tiempo transformarían los Países Bajos en uno de los corazones pulsantes de la música barroca europea”.

En Música Nocturna, durante el mes de octubre presentamos una antología de la obra de Jan Pieterszoon Sweelinck y algunos músicos contemporáneos en recuerdo de sus 400 años de fallecimiento. Ciclo, lunes a viernes, 11:00 p.m.

 

                        Orlando Ricaurte López

                        Comité de programación HJUT 106.9 FM