Con una convocatoria a docentes, directores de programas académicos, gestores y coordinadores de Utadeo, directores de Bienestar Universitario de las IES de Bogotá, así como del país, en alianza con la Asociación Colombiana de Universidades ASCUN que también extendió la invitación a la red de Desarrollo Humano, se llevó a cabo el Encuentro de Experiencias Formativas: “el poder transformador del manejo del control de las emociones en el contexto del aula”, bajo la conducción del invitado internacional (España), Juan Rodriguez Corrales, doctor en psicología, investigador y miembro del Laboratorio de Emociones de la Facultad de Psicología de la Universidad de Málaga.
Para Juan Rodríguez en el tema de la emocionalidad “ha habido un gran avance, hace 50 años no se expresaban las emociones, los hombres no podíamos llorar y afortunadamente eso está cambiando. El joven tiene que darse cuenta de que tiene algo en su interior que son las emociones, tiene que aprender a percibirlas, llevarlas al razonamiento, comprenderlas y una vez hecho este proceso, sabrá que desechar y que no. Eso se llama inteligencia emocional”.
Al consultarle sobre ¿Qué recomendaciones les daría a los profesores para detectar estas emociones en el aula de clase? Rodríguez afirmó: “La primera labor que tenemos los profesores es aprender a gestionar nuestras propias emociones, porque si no conocemos las propias, menos podremos gestionar las de nuestros alumnos. Si lo aprenden a manejar estarán en mejor disposición para influir en sus estudiantes”.
Según este experto, trabajar en inteligencia emocional es un gran primer paso para abordar el tema de la emocionalidad al interior de las aulas: “…mi primer consejo para los docentes es que realicen investigación en inteligencia emocional y que practiquen lo que encuentren. No necesariamente ese trabajo lo hace un profesor de psicología, puede ser un biólogo o de cualquier área del conocimiento, pero se hace necesario aprender a dimensionar la capacidad de reconocer los sentimientos propios y ajenos, así le irá mucho mejor en clase y a sus alumnos también”.
¿Qué son las emociones? sus componentes, la influencia de las hormonas y de los neurotransmisores, la importancia de la memoria en este campo, la referencia al universo de las emociones con sus diferentes matices, la función y propiciar una comunicación efectiva, de cara a cara entre docentes y estudiantes fueron algunos de los temas abordados por este experto, para finalizar con esta conclusión “cualquier educación emocional que se preste en el aula, debe invariablemente estar unida a una educación en valores”
Para Carmen Elisa Castaño, Directora de Bienestar, este espacio se organizó “debido a que estamos viviendo una serie de situaciones a nivel mundial, las cuales afectan la juventud en sus esquemas y esperanzas de vida. Esto ha llevado a que la universidad comience a pensar, desde la emoción del estudiante, algunas estrategias que nos lleven a crear esquemas de comunicación, protocolos de atención a estas problemáticas, y a comprender las manera en que los jóvenes ven la vida, la influencia de las redes sociales y del mundo en esta población” señalando: “considero que la sociedad, los medios de comunicación, el tema de familia y dependencia, está afectando mucho a la juventud y creemos que es ahí donde debemos comenzar a trabajar. Las redes no son malas, hay que saberlas manejar y creo que los jóvenes no vienen preparados hoy en día, eso sumado a la soledad que siente la juventud, lo hace mucho más complejo. En la Universidad es vital la figura del docente, consideramos que es la primera persona que tiene contacto directo con los estudiantes y desde ahí se pueden empezar a manejar otros esquemas de comunicación. El docente es más sensible a lo que está pasando en el aula y en la vida del estudiante, por eso tenemos que coordinar acciones y desde Bienestar apoyamos con este tipo de reflexiones y retroalimentación”
