La ansiedad es un estado mental que muchas veces no es visible para quien la padece, nos genera una gran inquietud y una extrema inseguridad. Se divide en adaptativa (mecanismo de adaptación natural que nos ayuda a estar alerta) y patológica (cuando la adaptativa aumenta y provoca malestares significativos en la persona), esta es, la que termina causando daños significativos.
Existen diferentes métodos para determinar el grado de ansiedad y definir en qué momento se vuelve un problema, estos son la escala de ansiedad de Hamilton y la escala de ansiedad y depresión de Goldberg.
Los trastornos de ansiedad se pueden dividir en:
Ansiedad generalizada: Está presente la mayoría del tiempo y muchas veces es por cosas sencillas y sin importancia. Este trastorno puede interferir en tu día a día. Esta se puede determinar si la sensación de ansiedad es la mayoría de los días, durante un periodo de 6 meses seguidos.
Trastornos de pánico: La diferencia con la ansiedad generalizada, es que los síntomas del pánico son más agudos y constantes durante el día, puede causar problemas psicológicos o físicos.
Trastorno obsesivo-compulsivo: Son pensamientos ansiosos, que pueden influenciar nuestro comportamiento generando problemas en nuestro entorno.
Fobias: El miedo se concentra en una situación, objeto o actividad determinada.
Estrés postraumático: El desencadenante de este tipo de ansiedad, es el haber vivido alguna situación traumática en algún momento de tu vida y se encuentra reprimida.
Información tomada de: http://www.objetivobienestar.com/ansiedad_14_119.html