La pintura aplicada con aire a presión es usada desde el renacimiento. Artistas clásicos utilizaban técnicas como el estarcido o el esténcil, el cual consistía en rociar con finas partículas de goma aplicadas con diminutos tubos y aire exhalado por la boca, el cual es el mismo principio de la aerografía. En la actualidad el aerógrafo ha ocupado un puesto relevante en el arte y en general en el trabajo gráfico, presentándose como una alternativa de expresión plástica para el creador. Las múltiples opciones y posibilidades que ofrece la aerografía como recurso artístico y pictórico, así como la gran variedad de soportes en los cuales permite su aplicación, son el tema del taller de aerografía orientado por el estudiante Fredy Germán Jiménez Bogoya de Diseño Gráfico, que ha tenido la aceptación de la comunidad tadeísta quienes todos los sábados han asistido juiciosamente a conocer esta técnica.
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