Investigación de estudiantes tadeístas revela comportamiento de jóvenes frente a deserción estudiantil por la pandemia
Con el fin de conocer las diferentes emociones que tuvieron los jóvenes que debieron aplazar o retirar el semestre durante el 2020 por motivos causados por la pandemia, las estudiantes María Paula Hinestroza, Natalia Acosta y Juliana Álvarez, junto con el profesor del Área Académica de Publicidad y director del Observatorio de Comportamientos Culturales de Utadeo, Carlos Arango, interrogaron a 10 estudiantes entre los 19 y 23 años de diferentes carreras que tuvieron que dejar sus estudios universitarios, para entender los motivos y la causa emocional que los llevó a tomar tal decisión.
Los estudiantes consultados cursaban carreras como: Publicidad, Ingeniería Ambiental, Arquitectura, Relaciones Internacionales, Diseño Gráfico, Administración de Empresas, Derecho, Animación e Ingeniería Civil, que por diferentes motivos tuvieron que aplazar o retirar el semestre.
Durante el proceso de indagación, el grupo de investigadores tadeístas empleó distintas herramientas de investigación cualitativa; además, se les pidió a los consultados hacer un collage, un dibujo y fotografías para conocer sus rutinas y el contexto que los rodea; de allí surgieron los primeros hallazgos que revelaban “que habían sentido cuando tomaron la decisión de aplazar el semestre y nos expresaron las diferentes sensaciones que tuvieron ante esta situación, entre las cuales el común denominador fue el sentimiento de frustración y luego la transformación del mismo en lo que sienten ahora, después de casi cinco meses de no poder continuar con sus estudios y haber iniciado proyectos y trabajos, producto de la inactividad universitaria”.
Paola, de 23 años, estudiante de Arquitectura, le aseguró a los investigadores que “Hay que tener más fuerza para levantarse de un mal día que cuando se está enfermo” .
Dentro de los sentimientos en común se encontraron: frustración, vergüenza y agobio; mientras que los temas económicos, familiares y personales fueron las causas más comunes. Sin embargo, el que, quizá, pueda ser el hallazgo más importante fue que “conocimos en estos jóvenes un proceso de transformación del sentimiento negativo por tener que aplazar sus estudios a sentimientos positivos”, pues una vez cancelaron sus semestres experimentaron un proceso de resiliencia que los llevó a ocupar su tiempo en actividades que no se relacionan con sus carreras, pero que sí son importantes para su vida; otros aprovecharon para hacer cursos que reforzaran temas académicos y otros iniciaron emprendimientos que los llevaron a conocer nuevas pasiones y caminos de vida.
