“Yo lo que veo en estas cartas es un gran amor hacia mí y una gran admiración hacia mi pintura y por eso me daba pena sacar las cartas porque yo pensaba que iban a decir que me estaba echando autoelogios, publicando elogios de otro; por eso había una cosa de pudor, no por lo que dijeran las cartas sino porque parece que me quería y que sentía que la pintura mía era buena y que yo era muy inteligente, eso lo dice varias veces en la cartas y eso me produce rubor; de todas maneras Luis era muy mordaz y uno en el fondo como que desconfiaba por no saber si se estaba era burlando” señaló Beatriz González en la presentación del libro ¡Pobre de mí, no soy sino un triste pintor! que reúne la correspondencia con el pintor Luis Caballero.
Alejandro Martín, quien moderó la presentación del libro, destacó que puede dar fé de que esta publicación “nació en una exposición de Luis Caballero en el Museo de Arte Moderno de Medellín cuando Beatriz González escogió para ese momento leer las cartas de Luis Caballero, como una manera muy especial e interesante de traer a Caballero a ese lugar”. Señala que el libro tiene una particularidad “todas están en su versión original, ya sea manuscrita o a máquina y siempre uno puede contrastar la versión transcrita con la versión original y tienen que ver con esa idea de presencia en ausencia que se da en los cuadros, en los relatos y en este caso en las cartas”.
Por su parte Beatriz González recuerda que “en esa exposición, un tanto fría, llegué con una especie de bomba de tiempo que eran las cartas de Luis Caballero que conmovieron a los asistentes; luego de llegar a Bogotá recibí la llamada de la rectora de la Universidad quien me dijo que las cartas deberían ser publicadas por la Tadeo”.
Y precisamente, Cecilia María Vélez rectora de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, señaló sobre el interés de la Universidad en la publicación es que a través de ellas “se puede conocer la profunda pasión compartida por el arte, la misma pasión que nosotros queremos fomentar en los estudiantes de la UJTL y que comprendieron los fundadores hace 60 años, cuando inspirados en la Expedición Botánica, descubrieron la profunda compenetración que existe entre la exploración científica y la sensibilidad artística. Nuestro interés es abrir las puertas del conocimiento a los estudiantes a través de proyectos como este y ser el puente que los comunique con los mejores artistas, con sus obras, con sus procesos creativos y con las tendencias más significativas para que a partir de estos saberes y experiencias puedan formar su criterio, ser independientes y construir su proyecto propio. Así, nos hemos orientado a difundir los procesos de creación de artistas colombianos e internacionales en el Museo de Artes Visuales en estrecho vínculo con la malla curricular de los programas de artes plásticas e Historia del Arte, así como con otras carreras de las facultades de Artes y Diseño y de Ciencias Sociales. Estos lazos entre el Museo y la academia se manifiestan también por ejemplo con la exposición de Luis Caballero que prepara en este momento un grupo de profesores y estudiantes de los programas de Artes Plásticas, de Historia del Arte, Diseño Industrial y el departamento de Humanidades que sentimos como un complemento a este libro que lanzamos hoy”.
Pero ¿Cuál es el interés de estas cartas? “Yo creo que estas abren una ventana sobre las personas…estas cartas no solo hablan de Luis Caballero como personaje de las cartas sino como una ventana de lo que era el arte en ese momento…sobre todo cuando Luis llega a París y empieza a bombardear cartas contando qué estaba pasando allí en ese momento…las cartas abren un especio en el que se puede intuir que aparte de las discusiones artísticas y las grandes peleas que había, lo que Luis muestra es el ambiente” señala la maestra González.
Y agrega que “Realmente las cartas –podríamos decir que tienen tres partes- un preámbulo, su concepto sobre París y Beatriz curadora de Luis; esto es lo que puede resumir ese grupo de cartas y además vislumbra mucho la época de su amor por Marta Traba, por Roda, por los dos profesores que los marcaron tanto a él como a todos nosotros”.
Pero las cartas dejan ver además las angustias intelectuales de Caballero en esos años en los que cuestiona su vocación y se deprime ante la impotencia “Hay un momento del clímax de las cartas, que es cuando él siente que no va a ser pintor, es un drama…es cuando menciona que es un triste pintor, es cuando refleja su dolor -yo aquí desesperado porque nada que aprendo a dibujar-…este es el momento del clímax de estas cartas, cuando él se cuestiona sobre su llegada a París, es el momento de su gran crisis como pintor”.
Por su parte Juan Camilo Sierra, Gerente General de la filial de Colombia del Fondo de Cultura Económica, señaló “que es muy halagador que una editorial universitaria se ocupe de publicar un libro como este; que dentro del espacio académico se conciban las humanidades, siempre ha sido fundamental, pero son pocas las universidades que corren el riesgo en este sentido; el ámbito editorial universitario propende más por lo que acuñe a lo académico dentro de los escalafones propios de la universidad misma y esto me parece profundamente halagador”.
El libro editado por las Universidad Jorge Tadeo Lozano será distribuido por el Fondo de Cultura Económica y puede ser adquirido en diferentes librerías del país.
Vea el conversatorio en el que se presentó el libro haciendo clic aquí.