Redacción: Massiel García
Imagen: Julian Torres
Los valientes no temen perdonar en aras de la paz.
-Nelson Mandela (1918-2013)
Hoy se celebra el día internacional de Nelson Mandela, ícono de paz e igualdad racial. Un hombre que fue injustamente encarcelado por casi 3 décadas de su vida solo por luchar contra la desigualdad racial sudafricana y que aun así no se dejó vencer por el odio y el rencor.
Todo comenzó con la ideología radical que trajeron los afrikáners —descendientes de los colonos holandeses—, el apartheid —sistema de segregación racial—, que durante 300 años pusieron a los hombres blancos por encima de todo aquel que era distinto a ellos, fuesen negros o indios, los consideraban seres inferiores.
El padre de Nelson, Gadla Henry Mphakanyiswa, era un jefe tribal y consejero del monarca de Tembulandia, gracias a esto Mandela también era sucesor de los miembros de la casa real, por esta razón tuvo estudios privados en el oriente del país, en su primer instituto, Clarkebury Boarding, no percibió discriminación alguna ya que era un colegio donde la mayoría de los estudiantes eran negros. Al finalizar dichos estudios, comenzó en Healdtown Comprehensive School.
El 6 de agosto de 1962 Mandela fue arrestado junto a otros de sus compañeros marxista por creer que estarían planeando un golpe de estado; desde la cárcel siguió preparándose académicamente, ya que afuera de ella había un pueblo que clamaba su libertad, que así mismo sería el camino a la libertad de todo un país. Comenzó a aprender Afrikáans —Variedad del neerlandés que se habla en Sudáfrica (RAE, 2020) —, al creer fervientemente que debía aprender el idioma del enemigo y así poder llegar a un acuerdo con el mismo; también impulsó a su pueblo a aprenderlo.
Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces él se vuelve tu compañero.
El 11 de febrero es liberado, los años venideros fueron llenos de resistencia por parte de un pueblo que clamaba libertad, sufrieron múltiples ataques, mientras Mandela seguía trabajando en el acuerdo de paz, que cada vez se veía más opacado; en 1993 recibe el Nobel de paz junto a Frederik de Klerk —presidente de Sudáfrica en ese entonces—, finalmente en 1994 se concreta el acuerdo y meses más tarde es declarado el primer presidente de raza negra en Sudáfrica, abriendo paso a una nueva era de democracia multiracial, igualdad y paz.
