Andrés Barrios analiza la gestión de Iván Duque en sus dos años de Gobierno
Este 7 de agosto se cumplieron dos años de mandato del presidente Iván Duque. A propósito de ello, Andrés Barrios, profesor del programa de Comunicación Social–Periodismo, en su columna de opinión en Pulzo, hace una reflexión sobre cuál ha ha sido la ruta social que ha guiado a esta administración y cuál es el camino que deberá transitar para la segunda mitad del mandato.
Para Barrios, desde el 7 de agosto de 2018, Colombia llegó a sus puntos máximos de polarización y a un esquema de transformación y adaptación del colectivo que ha llevado a una nueva cotidianidad, en medio de un gobierno que parece ser inexperto y con ausencia de tacto frente a la realidad social.
“Reto nada fácil que se atiza en el desencuadernado diario vivir de Colombia que sigue circundando asociado a la divergente percepción del imperfecto acuerdo de paz, los elevados índices de corrupción, la extendida crisis social, la economía en recesión, el incremento del desempleo, entre muchas otras variables que ahora se acrecientan con el panorama que deja la pandemia”, manifiesta el columnista.
Ante este panorama, el tadeísta señala que Colombia requiere de un líder con pundonor que esté rodeado de personas competentes e idóneas, que pueda sortear de manera asertada el gasto público y las necesidades de inversión del país, en un ambiente social que ha estado enmarcado por el desequilibrio, la injusticia y la impunidad.
“El hambre, la inestabilidad del sistema de salud, la inseguridad, el recrudecimiento de la violencia, el resurgimiento de los cultivos ilícitos, la migración indiscriminada, el exterminio de referentes sociales, entre otros fenómenos piden mitigar la descomposición que se escuda en las angustias y los apuros del colectivo”, argumenta.
Barrios, de igual forma, puntualiza que se requieren acciones puntuales y prácticas, más allá de palabrerías, que impulsen la reactivación económica del país y vuelvan a despertar la confianza inversionista. Afirma también que la economía naranja, propuesta por Duque, parece agriarse en medio de la crisis económica desatada por la pandemia, pues ha dejado al margen las manifestaciones culturales.
