Ante el fracking, la prioridad son los acuíferos
Algunos estudios científicos a nivel mundial han revelado que el “fracking” es una amenaza para los depósitos de agua dulce, entre ellos los acuíferos. En Colombia, la comisión de expertos que se creó para estudiar los impactos que esta técnica de extracción tiene sobre los recursos hídricos señaló que nuestro país no cuenta con inventarios completos de los acuíferos. En su columna de opinión en El Espectador, el exrector y consejero de Utadeo, José Fernando Isaza, señala que, en las coyunturas que vive Colombia, es necesario el manejo ambiental de estos cuerpos de agua como prioridad del Gobierno.
“El proceso de fracturación hidráulica es altamente consumidor de agua. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) señala que, en una muestra de 19.616 pozos de petróleo no convencional durante el período 2011-2013, el consumo promedio por pozo fue de 4,3 millones de litros, con valores máximos de 22,9 millones de litros (O. P. Luchini). El agua utilizada vuelve a la superficie, otra se reinyecta y lo que no se inyecta al esparcirse en la superficie penetra, contaminando los acuíferos superficiales y los de baja profundidad”, agrega Isaza.
Por su parte, otro estudio desarrollado por la EPA indica que la presión del agua a causa del fracturamiento disminuye conforme a la profundidad, razón por la que es necesario implementar químicos que acaban con la biota (la vida del ecosistema) que impiden que se cierre la fractura creada por la inyección de agua: “La reinyección reduce la contaminación de los acuíferos superficiales y los de baja profundidad y contamina los profundos, que hoy no son utilizados, pero en el futuro podrán ser fuente de abastecimiento para la humanidad”.
Al finalizar, Isaza se pregunta por qué Colombia no prioriza la exploración de hidrocarburos tradicionales, teniendo en cuenta que, en 2018, se dio la ruptura de un pozo convencional abandonado, que ocasionó el vertimiento de crudo a la superficie durante casi un mes.
