Ante la saturación de información, el llamado de los profesores ya no es, como en otrora, enseñar a leer y a escribir, así como a suministrar información para que sus estudiantes la memoricen. Ahora, menciona el presidente del Consejo Directivo de Utadeo, Jaime Pinzón, en su columna de opinión en El Nuevo Siglo, la meta de los educadores debe ser indicar el buen uso de la información, impulsar el espíritu investigativo y el pensamiento crítico, así como la colaboración y la creatividad.
Refiriéndose a las palabras de Yuval Noah Haran, Pinzón se refirió al temor generalizado y a la desconfianza en las instituciones y en la información que estas suministran en grandes cúmulos a través de la red: “El temor de que la automatización genere desempleo masivo se remonta al siglo XIX, hasta el presente no se ha materializado, pero esta vez las reglas del juego tienden a modificarse de manera dramática”, añade.
El columnista señala que a las generaciones que verán la luz en 2019 y que tendrán una expectativa de vida cercana hasta el 2100, debe cambiárseles la manera de dividir su existencia, primero en un periodo de aprendizaje y luego otra de trabajo, modelo que Pinzón ya considera obsoleto: “los graduandos de hoy trabajarán dentro de la cibernética y la civilización global sin que alcancemos a precisar la mutación laboral”, vaticina.
Así, considera, los programas de educación superior serán cada vez mas cortos, facilitarán el conocimiento en red y menor presencia en aulas, al tiempo que se masificarán los cursos de extensión, maestrías y doctorados y se propenderá por generar espacios colaborativos, especialmente en artes: “el contacto maestro alumno prácticamente desaparecerá en Derecho, Economía y Filosofía, los laboratorios de Ingenierías y Química sufrirán transformaciones radicales”, indica.