
Salomón Kalmanovitz analiza esta semana algunos de los anuncios hechos por el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, sobre el incremento de la base del IVA, las excensiones a las empresas y los impuestos a la clase media.
Al respecto, el profesor emérito de Utadeo, recuerda que algunas de estas propuestas ya las había hecho el Ministro en el pasado "Hace más de una década el actual ministro de Hacienda lanzó una iniciativa parecida a la que volvió a hacer frente al gremio de los industriales, de gravar toda la canasta familiar y devolver a los estratos más bajos lo que hubieran podido perder en sus compras diarias: el 19 % de la cucharada de aceite, de las dos papas, del hueso carnudo, del vasito de leche, del par de huevos, de las vísceras de pollo, de los sobrecitos de azúcar y de café".
Esta inicitativa, señala Kalmanovitz, enfrenta además una dificultad pues "Para poder hacer la devolución, todas las familias del país deberán entrar al redil del sistema financiero, del que huyen por sus exorbitantes comisiones sobre el uso de las tarjetas débito, por mover o no mover la plata y porque pagan un interés ridículo sobre los depósitos recibidos".
El columnista habla también sobre la propuesta de aumentar extraordinariamente por una vez el salario mínimo "La taimada propuesta de Uribe de otorgar un caritativo salario mínimo especial por decreto de Duque solito obstaculiza la política del Gobierno y cuestiona además al propio Carrasquilla. Busca también deslegitimar a las organizaciones sindicales que han jugado algún papel en la negociación anual del salario mínimo".