Los sonoros zumbidos de las abejas son cada vez menos fuertes en el mundo, debido a la desaparición en masa de cientos de miles de colmenas, causada por la contaminación ambiental y el exceso de químicos en el sector rural. Ello, no solo preocupa a ambientalistas, apicultores y empresarios, sino a la humanidad entera, y en especial a la academia, puesto que estos pequeños insectos polinizan más del 70% de las frutas que consumimos a diario, al tiempo que su desaparición podría marcar también el fin de nuestra especie.
A propósito de ello, en la sección Cundinamarca de El Espectador, se resaltó el papel que está cumpliendo Utadeo en la conservación de las abejas, con motivo de la construcción de un apiario urbano en guadua que albergará a medio millón de estos insectos seleccionados genéticamente para vivir en la ciudad.
La iniciativa, liderada por el emprendedor tadeísta Gino Cala, busca que así como muchos ciudadanos cuentan con huertas urbanas, también puedan tener un espacio para la producción casera de miel y polen.