La columna de opinión de esta semana en El Nuevo Siglo del Presidente del Consejo Directivo de Utadeo, Jaime Pinzón López, analiza varios de los temas que tiene abiertos en este momento el gobierno del Presidente Petro del que afirma que "se ha autoconvencido de que lo hace bien, sus compatriotas le decimos que vamos mal. El cambio positivo no aparece".
Dentro de los temas que menciona, no andan bien por el momento, señala que "Las noticias sorprenden, empiezan a sentirse los efectos de la reforma tributaria, está en veremos la compra de tres millones de hectáreas sin determinar a los ganaderos, base para el inicio de una reforma agraria; errónea la suspensión de exploración y explotación de gas y petróleo...La idea de que el turismo puede reemplazar cuantiosos ingresos indispensables para el funcionamiento del Estado no corresponde a la realidad".
Sobre las principales reformas que entrarán a trámite en el Congreso como iniciativa del ejecutivo menciona "la negociación con delincuentes y narcotraficantes corresponde a un peligroso criterio de moral; nombrar de gestores de Paz a integrantes de la primera línea sindicados de la comisión de desmanes e investigados por los mismos no contribuye a su obtención, el borrador de un proyecto de ley, que lleva en su bolsillo el ministro de Justicia para otorgar disminución de penas a condenados por la comisión de ciertos delitos...Las propuestas de reformas pensional y de salud en lugar de corregir fallas las agravan, crean incertidumbre, las encuestas lo indican".
Critica varias de las iniciativas que ha propuesto el gobierno "Suponer que creando un ministerio de la Igualdad con más burocracia se resuelven problemas de género y discriminación es utópico...carece de sindéresis la solicitud del presidente de la República para que se entierre un trayecto en la obra del metro de Bogotá, con más estudios costosos, excediendo en varios billones lo presupuestado y prolongando el tiempo de entrega".
Y por último se pregunta: "¿Qué hacer con el Mandato Oscuro? Se necesita liderazgo, hablar con franqueza, tratar de que el gobierno deje la dispersión, la legitimidad existe y los ciudadanos respetamos la decisión adoptada en las urnas, pero el resultado no puede aducirse como argumento para el deterioro institucional y ético" concluye.







