El profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, dedica su columna de opinión de esta semana al debate que se formó en torno al ministro Alberto Carrasquilla y los bonos de agua, lo que suscito que esta semana se hiciera un debate en el Congreso al funcionario.
En su texto señala que el negocio que ayudó a estructurar Carrasquilla, tuvo dos problemas éticos "ofreció una rentabilidad elevada, como si se tratara de activos de alto riesgo, y les ofreció a municipios sin capacidad administrativa préstamos a tasas de interés tan onerosas que no podían pagarlas, forzando a que el Gobierno nacional saliera en su rescate".
Sobre la actuación de Carrasquilla al canalizar los recursos de los inversionistas desde su empresa en Panamá, el columnista hace varias preguntas "¿Estuvieron sometidos a los impuestos nacionales por estas transacciones? ¿Se trató de una operación de lavado de activos como otras en que se especializaba Mossack Fonseca en Panamá?".
Señala que despues de todo lo que ha pasado y de las explicaciones que se han dado "La historia de los 85 municipios de 116 terminó en que se feriaron los préstamos en elefantes blancos, corrupción y desgreño, sabiendo que sus sucesores tendrían que enfrentar las consecuencias. Hoy siguen padeciendo la falta de agua potable que tan generosamente les quiso hacer llegar a sus hogares un brujo para atraer capitales, que los locales no pudieron aprovechar".