Investigación tadeísta sobre especies no nativas en el Caribe y Pacífico colombiano fue publicada en El Tiempo
Especies que pueden medir desde una micra hasta los 20 centímetros y que viajan de extremo a extremo de nuestro planeta a través de buques, pueden convertirse en una seria amenaza para los ecosistemas marinos a los que llegan. Estos polizones, que son en su mayoría gusanos, moluscos, pequeños crustáceos, algas, bacterias, corales y estrellas de mar, invaden mares gracias a las aguas de lastre que los buques utilizan para mantener su estabilidad. La investigación liderada por el tadeísta Michael Ahrens, precisamente, buscaba conocer la presencia de especies no nativas y su nivel de depredación o invasión a lo largo del Atlántico y el Pacífico.
“Si llega una especie no nativa que consume algas de manera diferente a como lo hacen las especies nativas y las desplaza, puede haber consecuencias para toda la cadena trófica”, explica Ahrens en el artículo que, recientemente, publicó el diario El Tiempo sobre el tema, en su sección de ciencia.
El primer monitoreo a estas especies se desarrolló en el Caribe colombiano en el 2010, en los puertos de Santa Marta, Cartagena y Coveñas. Los muestreos arrojaron que se duplicó el número de especies no nativas sin registros anteriores, entre ellas las del mejillón verde, el pepino de mar y la ostra asiática.
Seis años después, y gracias a los acuerdos de paz alcanzados en La Habana, por primera vez en muchos años se pudo hacer el levantamiento de especies marinas no nativas para las costas del Pacífico Colombiano.
“Fueron más de 700 muestras recogidas en 18 puntos a lo largo de la costa Pacífica, que dieron lugar a la identificación de más de 100 especies sin registros en esta zona”, apunta el artículo de periodismo científico, que inicialmente fue publicado en la revista Expeditio de Utadeo.
