En su columna menciona que reconoce la capacidad de algunos de los embajadores designados, no estoy al tanto de las instrucciones que reciben, emplean raro vocabulario, el del Canciller, ratificado en su cargo, sobrepasa cualquier límite de discreción y prudencia.
“Estamos tratando de explorar el fondo de la diplomacia extraña, la crisis interna horada la gobernabilidad, dificulta precisar metas en beneficio del hemisferio necesitado más de puentes que de muros”.