Tras el anuncio de la solución al problema de geometría diferencial de la “Conjetura de Zimmer” por parte de tres matemáticos, entre ellos el colombiano Sebastián Hurtado, el consejero y ex rector de Utadeo, José Fernando Isaza, reflexionó, en su más reciente columna de opinión en El Espectador, acerca de la hipótesis de Robert Zimmer, presidente de la Universidad de Chicago, quien hace cuatro décadas propuso la no existencia de simetrías reticulares en espacios de baja dimensión, la cual supone que cuantas más dimensiones tenga un espacio geométrico, más simetrías puede llegar a tener.
De esta manera, Isaza señala que, desde la teoría, “un plano de retículos son como las baldosas, en el espacio en el que vivimos son como cubos, en dimensiones superiores a tres son hipercubos”. En ese sentido, y lo que demuestra ser un logro para la matemática moderna, los matemáticos lograron confirmar a lo que a Zimmer se aproximó, convirtiéndolo ahora en teorema.
Enfatiza el columnista que cuarenta años para resolver el problema matemático no es mucho tiempo, teniendo en cuenta que la solución a los radicales de la ecuación polinómica de tercer grado se resolvió en aproximadamente 3.100 años, teniendo en cuenta que los vestigios de esta ecuación se encontraron en tabletas de arcilla en Irak, que datan del año 1600 A.C., y que solo se resolvió en 1553 por parte del matemático del Renacimiento italiano, Nicollò Tartaglia.
