"Proyecto de ley de solidaridad sostenible no tiene futuro": Jaime Pinzón
En medio de las protestas sociales que iniciaron el 28 de abril en todo el país, como rechazo a la Reforma Tributaria presentada hace algunas semanas atrás por el Gobierno Nacional, el presidente del Consejo Directivo de Utadeo, Jaime Pinzón, en su columna de opinión en El Nuevo Siglo, resaltó que si bien hay un esfuerzo del Ejecutivo por ayudar a los sectores populares en medio de la emergencia económica por la pandemia y por tratar de subsanar el hueco fiscal del país, el proyecto de ley de solidaridad sostenible no tiene futuro.
Dentro de los reparos que encuentra Pinzón a este proyecto de ley, al que bancadas como la de los liberales y Cambio Radical ya han afirmado que votarán negativamente, se encuentra que la obligación de pagar renta a quienes ganen más de dos millones cuatrocientos mil pesos generaría que los ciudadanos no alcancen a cubrir obligaciones familiares en segmentos en los que también se estaría pagando un IVA del 19%.
“Facilitar el empleo a los jóvenes menores de veintiocho años es proposición válida, pero hacerlo mediante exoneración de impuestos a las empresas arriesgaría la estabilidad laboral y daría lugar a la terminación intempestiva de contratos de trabajo”, argumenta Pinzón.
Por otro lado, medidas como quitar la exoneración a las cuentas AFC (cuentas de ahorro para el fomento de la construcción) también llevarían a que las personas en edad productiva les sea más dificil adquirir vivienda.
El columnista también se refiere a otros inconvenientes que presenta la reforma, como cobrar IVA a los servicios públicos para los estratos altos, subir el impuesto a los vehículos automotores, así como la inconstitucionalidad de establecer retenciones pensionales.
“La iniciativa no se ajusta a los principios de legalidad, generalidad, equidad, proporcionalidad, eficiencia y progresividad, el inmediatismo agrava las crisis, lo conducente es recapacitar, crear consensos, concentrarnos en austeridad, control de la evasión tributaria, intensificar la lucha contra la corrupción, darnos un compás de espera para la reforma fiscal y acabar de superar el covid-19. Del afán no queda sino el cansancio y tanto va el cántaro al agua que al fin se rompe”.