Una reflexión sobre la veracidad y lo acertado de las encuestas, como parte de los comicios presidenciales que se avecinan en Colombia, es el tema central del consejero de Utadeo, José Fernando Isaza, en su columna de opinión en El Espectador.
Para el columnista, en muchos casos los resultados electorales han sido diferentes a los pronósticos de estos sondeos, tal como sucedió con la elección de Trump, la victoria del No en el plebiscito por la paz o el referendo por la salida del Reino Unido de la Unión Europea: “Ello no se debe a mala fe, negligencia o incompetencia de los encuestadores. Hay encuestas poco confiables, no son aleatorias, como las telefónicas. Muchos encuestadores se limitan a tabular lo que contesta el encuestado”, aduce Isaza, quien recuerda que muchas veces este último personaje responde lo que es “políticamente correcto” y no lo que realmente piensa.
De esta manera, si bien el 80% de los encuestados manifiesta su intención de votar, el abstencionismo refleja que más del 50% no lo hacen, cifra que supera drásticamente el margen de error de las encuestadoras. Un fenómeno similar ocurre cuando se indaga a los ciudadanos sobre el pago de impuestos o cumplimiento de las normas y la ley.
Así mismo, atendiendo a la ley que censura las encuestas electorales en la última semana de campaña, Isaza destaca que, en todo caso, hay eventos de baja probabilidad de ocurrencia en estas elecciones: “Hay probabilidades de una coalición implícita de los dos candidatos que representan el espectro político centroizquierda y un poco a la derecha, que plantea el respeto a los compromisos adquiridos y que ofrece la posibilidad de evitar tener que elegir entre los extremos, y que uno de ellos llegue a la segunda vuelta”, sugiere el consejero, quien abiertamente menciona que votará por Fajardo.
