Entre las calles 86 A y 87 con carrera 11 se encuentra un lugar emblemático para los bogotanos, dotado de árboles centenarios y vegetación. Se trata del parque Japón, al que la actual administración distrital desea transformar en un área de juegos deportivos, lo que implicaría la tala de algunos arboles. Como una medida innecesaria y costosa califica el presidente del Consejo Directivo de Utadeo, Jaime Pinzón, esta decisión tomada por el alcalde Peñalosa.
En su columna de opinión en El Nuevo Siglo, insta a la Alcaldía Mayor de la ciudad a tener en cuenta las posiciones de ecólogos, urbanistas y especialistas en medio ambiente: “Si en lugar de embellecerlo y arreglarlo se opta por destruirlo los efectos serán negativos. A dos cuadras del parque del Japón está el del Virrey, muchos lo disfrutan, ubicado a lo largo de la calle 88 hasta la autopista norte que posee tres ciclo-rutas, dos ciclo-puentes, seis zonas infantiles, tres senderos peatonales, doce plazoletas, zonas de descanso, bebederos de agua para visitantes y mascotas, con una superficie extensa, lo atraviesa una quebrada, recientemente fue intervenido, sus árboles disminuyeron. Resulta ilógico deteriorar el primero y pelear con el medio ambiente”, ratifica Pinzón.
El columnista insiste en que el parque puede renovarse sin alterar la estructura inicialmente concebida hace sesenta años, en el que se concibió como un lugar para albergar a los bogotanos de diversos estratos que ven en la recreación pasiva y el tránsito por la naturaleza una forma de escapar del caos citadino.
