El cine es el arte donde lo humano y lo técnico se convierten en uno solo, pues no podría existir el uno sin el otro. La cámara es la herramienta para mostrar y en esencia terminar la creación de un mundo inexistente e intangible, pero es tan real este nuevo universo como para hacer sentir a las personas. Pero el alma de cada historia, de cada realidad que se crea tiene como origen: El guión.
Como espectador por más de 20 años y estudiante de cine por cuatro, uno de los temas que más llama la atención es el momento en el que se plasma esa creatividad; donde todos esos escenarios que crea por lo general un niño se convierten en realidad. Unos dirían que ese momento es cuando se graba, otros cuando se proyecta, pues el espectador es quién da un cierre al proceso de la obra. Las dos son ciertas, pero qué haría ese director en escena sin un manual de instrucciones? Un guión no podría hacer mucho y por consiguiente no tendría nada qué presentar. Esta es la razón por la cual se cree que la esencia del cine está en el personaje que describe cientos de sentimientos, emociones, situaciones etc., en aproximadamente 90 hojas.