“Trabajo para evaluar e incrementar la sostenibilidad de sistemas de producción agrícola. Hay varias aproximaciones que persiguen el mismo objetivo. En mi caso buscamos lograrlo mediante el uso de la tecnología puesta en manos de personal entrenado”.
Por ahora, es claro que no hay sino este planeta para la superviviencia de la raza humana y cada vez son más las personas que lo habitan y que demandan más productos de la agricultura: alimentos para humanos y animales, plantas ornamentales, medicinales, materias primas para obtener fibras, biocombustibles, biopolímeros, por nombrar algunos.
Al mismo tiempo las áreas para desarrollar actividades agrícolas que satisfagan estas demandas se reducen, como también el agua necesaria para el desarrollo de la actividad. Por esta razón, es primordial preservar un medio ambiente en armonía con las actividades humanas, en este caso con la producción agrícola.
“En este contexto, trabajo para evaluar e incrementar la sostenibilidad de sistemas de producción agrícola. Hay varias aproximaciones que persiguen el mismo objetivo, en mi caso buscamos lograrlo mediante el uso de la tecnología puesta en manos de personal entrenado”, señala Rodrigo Gil Castañeda, docente de la Facultad de Ciencias Naturales e Ingeniería.
El profesor Gil invita a sus estudiantes a cuidar el medio ambiente e indagar en las posibilidades para una producción más sostenible. De ahí que se enfoca en los procesos de investigación, los cuales integra con las clases en donde discuten las investigaciones, frecuentemente los datos de experimentos se emplean para que los estudiantes desarrollen talleres.
También hay estudiantes que en la modalidad de pasantía o tesis apoyan estos procesos de investigación encaminados a intensificar de manera sostenible la producción agropecuaria. Finalmente, en Chía, en el Centro de Bio-Sistemas desarrollan el programa de Especialización en Horticultura Protegida el cual está enfocado en el propósito anteriormente declarado: incrementar la sostenibilidad por medio de la tecnología y el conocimiento.
Su propósito es claro al igual que la convicción de compartir no sólo conocimiento sino también dudas, experiencias con sus estudiantes. Sabe que, a través de su labor, contribuye a la formación de los nuevos profesionales, sobre cuyos hombros recaerá la responsabilidad del desarrollo de la sociedad.
“Ver cómo los profesores marcamos la vida de los estudiantes y nos convertimos en referentes positivos para ellos es muy gratificante. Recuerdo ahora las palabras del ex decano Diógenes Campos: ser profesor es una de las maneras más dignas de ganarse la vida y yo añadiría de ganarse la vida, cambiando vidas”, concluye.