Un 'etnógrafo de la moda'. Este es el ADN de Juan Pablo Socarrás

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Un 'etnógrafo de la moda'. Este es el ADN de Juan Pablo Socarrás
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Martes, Septiembre 5, 2017
Estudiantes
Durante más de once años, el diseñador industrial tadeísta ha trabajado con comunidades artesanales y vulnerables en nuestro país, plasmando en sus colecciones la riqueza narrativa y la técnica de confección de estos pueblos.
Fotografías: Laura Vega - Oficina de Comunicación - Archivo personal Juan Pablo Socarrás

Desde niño, a Juan Pablo Socarrás le apasionaba el diseño de modas. Sin embargo, su familia, que él mismo define como tradicional costeña, quería que estudiara medicina como su padre y abuelo. Pero a pesar de todo, Socarrás “decidió ser feliz”, y es así como en el año 2000 emprendió la aventura de estudiar Diseño Industrial en Utadeo, carrera que, como el tadeísta lo describe, se apareció en su camino en la búsqueda de profesiones afines a su gran pasión.

Una casualidad que hoy agradece a la vida, pues Juan Pablo considera que esta carrera le permitió estructurar su pensamiento y definir el concepto de sus colecciones, a tal punto que cuando diseña, dice él, no lo hace como diseñador de modas sino como diseñador industrial.

La Tadeo siempre se ha caracterizado por ser una universidad que le enseña a conceptualizar muy bien a los diseñadores. La Tadeo enseña a generar proyectos y productos estructurados, y eso es lo que ha hecho diferente mi carrera. La posibilidad de encontrar el ADN de las artesanías colombianas y el trabajo con comunidades ha marcado mi estilo como diseñador, y la Tadeo siempre me enseñó a hacer eso”, señala Socarrás con emoción, mientras contempla el Edificio de Artes y Diseño de Utadeo, y evoca los recuerdos de una Universidad de la que se graduó en el 2005.

 

A Juan Pablo Socarrás lo que más le apasiona del diseño industrial es su posibilidad de transformarlo todo. 

“Utadeo sin duda alguna es la mejor Universidad de Diseño Industrial en el país”

Esta fue la principal motivación que llevó a Socarrás a ingresar a la Universidad en el programa de Diseño Industrial, carrera que cumplía 27 años iniciando el milenio: “El primer día de clases fue de contrastes” – relata Juan Pablo -. La “burbuja” que había vivido durante su niñez se había roto apenas pisó el centro de Bogotá, un lugar que no acostumbraba frecuentar. En Utadeo enfrentaría el reto de conocer nuevos compañeros, mundos, formas de pensar, y ante todo, maneras de aprender.

Pero en ese camino no estuvo solo. Socarrás recuerda con mucho cariño a Olga, una vendedora de chicles que tenía su puesto en los alrededores de la Universidad, así como al novio de ella, Chayanne, quienes lo acompañaban todas las noches a tomar el bus con destino hacia su casa: “gracias a la Tadeo aprendí a vivir en el mundo real y a enfrentarlo”, destaca Juan Pablo.

La docencia es otra de sus pasiones. Sin embargo considera que un buen profesor es aquel que combina la vida en el aula con el ejercicio profesional, con el fin de aportar elementos a sus estudiantes.

Como anécdota, Socarrás recuerda que, mientras estudiaba en Utadeo, y a escondidas de sus padres, no dejó morir su sueño de convertirse en diseñador de modas. En sus tiempos libres y en vacaciones comenzó a estudiar esta carrera, en la que aventajaba a sus compañeros en la medida que ponía en diálogo los conocimientos vistos en Diseño Industrial, especialmente desde la potencialidad de transformar materiales y decorar espacios.

El diseñador además recuerda que la universidad estaba en un momento de crecimiento importante. Al momento de su graduación, el espacio más reciente era el edificio del Módulo 7, y su terraza era la sensación entre los estudiantes. De igual forma, mientras estudiaba, se construyó el edificio de la Biblioteca, así que tuvo la fortuna de ser uno de los primeros graduandos cuya ceremonia se realizó en el Auditorio Fabio Lozano.

 

Juan Pablo ha evaluado diferentes proyectos de moda en Colombia y otros países del mundo, indagando siempre por el concepto de las colecciones. 

En busca del ADN del diseñador

Luego de terminar su ciclo de formación comenzó el descubrimiento de su identidad como diseñador, que hoy él define como el trabajo con las comunidades artesanales colombianas, en una especie de antropología de la moda, donde cada prenda de vestir de sus colecciones es fruto de un trabajo etnográfico e investigación sobre las técnicas de confección de nuestros pueblos ancestrales.

Vivir, estar, oler y hacer para mí es lo más importante. Tengo la capacidad de sentarme con las comunidades, hablar con ellos, oírlos y aprender de ellos. Y ese ha sido mi éxito. Todo lo que expreso en mis colecciones tiene un significado, desde cómo utilizo los vestidos y el por qué de las siluetas. Todo está inspirado en lo colombiano”, añade Juan Pablo.

Así, por ejemplo, para Juan Pablo es importante como las comunidades indígenas conciben sus telares, y como algunos elementos autóctonos de la cultura afro, entre ellos las trenzas, llegan a significar históricamente un acto en el que las mujeres escondían mapas, semillas e información para los hombres de su comunidad que se encontraban en la guerra.

Socarrás actualmente es miembro de la organización Women Together y ha obtenido un premio por parte de la ONU.

Esta experiencia la ha acumulado por más de once años de trabajo con comunidades artesanales y poblaciones vulnerables del país, viajando por cada rincón de la geografía nacional. Así, recuerda con mucho cariño, que Artesanías de Colombia le abrió las puertas para cumplir este sueño. Allí inició como diseñador junior y rápidamente ascendió hasta ser director creativo.

Posteriormente, trabajó en la Revista Proyecto Diseño, donde coordinó los prestigiosos Premios Lápiz de Acero, y luego, se convirtió en asesor de importantes organizaciones internacionales, entre ellas Fupac, la OEA, la ONU, y Women Together.

Hoy día, el gran objetivo de Juan Pablo al estar en pasarela es mostrar el ADN colombiano y que su trabajo aporta a la construcción de un país diferente, concepto que muestra en las prendas masculinas y femeninas de la marca que lleva su nombre.  

Un día en la vida de Socarrás es ajetreado. Puede estar en Colombia, y en otro momrnto presentando una colección en un país europeo, o trabajando con comunidades en Cúcuta, Cucunubá, Bucaramanga y la Sierra Nevada de Santa Marta.

De hecho, su última colección, ”Volver a comenzar”, presentada en Colombiamoda 2017, es una narración del diseñador que parte de la figura del sombrero ‘vueltiao’ para contar la historia de Eufenia, Luisa Santiaga, Sara Simona y Manuela Cristina, tías abuelas de Juan Pablo, quienes durante mucho tiempo han sido sus musas. Una propuesta de diseño que apuesta a un viaje por la tradición artesanal colombiana, al tiempo que juega con el lenguaje cifrado que invita a ver, tocar y sentir la prenda.

Para Juan Pablo encontrar el ADN y la identidad es la tarea que debe proponerse todo diseñador, incluso antes de salir de la academia o la universidad. Dejar el ego, aprender a ser humildes y saber oír son las claves para el éxito.

Los diseñadores debemos pensar en trabajar cada día más en equipo. Uno debe trabajar en comunidad, y eso significa trabajar con un buen publicista, un buen diseñador gráfico, con un buen diseñador de modas, y un buen diseñador industrial, y así hacer sinergias”, destaca el tadeísta.

Su misión es similar a la de un 'etnógrafo' de la moda, pues se encarga de transformar, mejorar y rescatar los productos artesanales en cada rincón de nuestro país. Para él lo fundamental es no caer en la rutina.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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