Cabito llega a Utadeo y se suma a la jornada de inducción

Cabito llegó el jueves en brazos de su acudiente, la estudiante tadeísta Mariana Grisales, directora de la Fundación Prappic y líder del colectivo Salvando Garritas, a la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. En la entrada lo esperaba Cabo, expectante, precavido… No era para menos: estaba a punto de conocer al compañero perruno con el que compartirá sus años dorados en el campus y nada más ni nada menos que 15 años de experiencia en la Universidad.

Este cachorro de dos meses de edad es, en toda regla, un fuereño. Nació en el municipio de Tabio (Cundinamarca) y fue rescatado por Mariana, de 22 años y estudiante de comunicación social, que lo salvó de un futuro incierto. Esta tadeísta, amante de los animales, promotora de sus derechos y abanderada de la adopción responsable, asumió la responsabilidad de buscar un compañero para Cabo. Y qué mejor que darle esa oportunidad a un perrito sin hogar.

Utadeo, consciente de la dura realidad que sufren los animales en la calle, abogó desde el inicio porque el nuevo amigo peludo de Cabo fuera adoptado, pues vale decir que solo en Bogotá existen, aproximadamente, 1’227.905 perros y gatos abandonados, de acuerdo con estadísticas recientes.

A la entrada de la universidad Cabo y Cabito se reconocieron, hubo intercambio de olfateos y miradas tímidas y curiosas. Eso fue suficiente. Minutos después Cabito ya estaba haciendo su primer recorrido con Cabo por la Universidad. Juntos reconocieron las canchas, las cafeterías y la biblioteca, y recibieron en los pasillos todo el cariño de los tadeístas.

Como parte del proceso de adopción responsable, Cabito fue valorado por Johanna Suárez, médica veterinaria de Cabo: “Por sus patas podemos decir que va a ser un perro de raza mediana o grande”, adelantó. Y agregó que si bien Cabito está sano, es necesario someterlo a procesos de desparasitación, vacunación y esterilización.

Mientras crece otro poquito y alcanza la edad apropiada para que pueda vivir en el campus con Cabo, Cabito estará bajo los cuidados de la doctora Suárez. Sin embargo, como todo nuevo tadeísta que empieza por estos días su vida en la universidad, ya tramitó su carné de Utadeo y hará parte de la inducción, al lado de su hermano mayor, Cabo, programada para los estudiantes.

Utadeo celebra el ingreso de los nuevos tadeístas, una gran comunidad de jóvenes que crean, emprenden, investigan, respetan la diversidad y reconocen la pluralidad. La adopción responsable, la protección de los animales y la defensa del medio ambiente hacen parte de estos valores, que también están representados en el cariño que los tadeístas brindan a Cabo y con el que reciben a este cachorrito.