“Todavía no estamos en recesión”. Así puntualiza el profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz , al referirse al estado actual de la actividad económica en el país, en su columna de opinión para El Espectador, titulada “Coyuntura recesiva”. Sin embargo, el aumento del desempleo urbano, la contracción de la producción industrial y el descenso de las licencias de construcción, son algunos de los indicadores que prevén un eventual escenario de recesión.
Destaca el columnista que, pese al aumento del IVA, el índice de Precios al Consumidor de marzo sorprendió al mercado, en la medida que la inflación descendió 0,8%, al tiempo que las exportaciones repuntaron 16% debido a la recuperación del precio del petróleo y la junta directiva del Banco de la República redujo la tasa de interés de referencia al 0,25%, decisión que se tomó tras identificar un mal comportamiento de algunos componentes del IPC, lo cual tendría que ver con una desaceleración excesiva, sumada a la persistencia de la inflación.
Por su parte, el peso se ha revaluado, aliviando la inflación de bienes importados y transables. De igual forma, los precios de los alimentos han bajado, en parte gracias a las lluvias que han caído en el territorio nacional: “El clima internacional está enrarecido por las políticas erráticas y falta de liderazgo del presidente Trump. La Reserva Federal restringirá la liquidez en Estados Unidos y la represión contra los inmigrantes hará que los salarios aumenten”, argumenta Kalmanovitz.
El analista económico sugiere que el balance de riesgo entre inflación y crecimiento apunta a que habrá recesión, razón por la cual la autoridad monetaria debe dejar más espacio para relajar su política.
Lea la columna completa en el siguiente vínculo.
Consulte la versión impresa de la columna de opinión, haciendo clic aquí.
